Después de un largo confinamiento que todavía no ha llegado a su fin (el Congreso aprobará esta tarde y con mayoría absoluta la prórroga del estado de alarma y sus fases), los españoles están deseando que comience el verano para poder disfrutar, en cierta medida, del aire libre y, sobre todo, de las playas.
En su plan de desescalada, Pedro Sánchez anunció que las playas podrían abrirse una vez que las comunidades entren en su fase 3 (para toda España, se calculó que a partir del 8 de junio), pero cada zona tendrá la potestad de decidir cómo se cumple con las normas de distanciamiento social en dichas playas.
El sector confía este verano en el turismo nacional, pero hasta mediados de junio como muy pronto no abrirán las playas al baño. La playa es, de momento, lugar para deportistas federados y de alto rendimiento. El surf está permitido en toda la costa española salvo en Chiclana, algo que ha indignado a la comunidad de surferos.
En Valencia se va permitir nadar en el mar pero también para hacer deporte entre las 6 y las 10 de la mañana. La legislación es clara no está permitido bañarse en el mar, aunque hay gente que se lo salta.
Pero más allá del deporte ya se preparan planes para las playas. Andalucía solicita que se permita adelantar una fase la apertura de sus playas para el baño, de forma que se produzca el 25 de mayo, ante la evolución favorable de la pandemia en la comunidad. Para salvaguardar la seguridad proponen medidas como una distancia de 2 metros se separación, puntos de entrada y salida para controlar el aforo, cribado de arena y aireo cada mañana, horarios de apertura y cierre o retirada de colchonetas de uso colectivo en las hamacas.
De forma similiar en San Xenxo, Pontevedra, han dividido la playa de Silgar en 780 cuadrículas con un aforo de hasta 2.340 personas para evitar contagios. Para señalizarlas se usan estacas de madera y cuerdas de colores. "Es muy sencillo, creo que lo que hemos aplicado es el sentido común", explica el alcalde Telmo Martín.
Lloret de Mar (Gerona) ya ha presentado su proyecto: la estancia en dos de sus principales playas se dividirá por grupos: por un lado, la gente mayor, que ha sido el sector de la población más afectado por el coronavirus; por otro, las familias y, separados, los adultos que acudan a la playa sin niños. Además, estas zonas de turismo y concentración de veraneantes estarán controladas por 35 personas que vigilarán que se cumplan los aforos.
La delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, ha comunicado este miércoles a la presidenta del Consell de Formentera, Alejandra Ferrer, la prohibición del baño en las playas de la isla, que se encuentra en la fase 1 de la desescalada.
En declaraciones a los medios, Ferrer ha asegurado que, aunque están a la espera de recibir la información por escrito, Calvo le ha asegurado que el uso de playas está restringido "a los paseos y a la realización de deporte".
Ferrer, que a lo largo de esta semana ha mantenido que los residentes en Formentera podían hacer uso de la playa, ha aclarado esta mañana que solo se podrá practicar deporte, también acuático, "pero no se permite el baño estático".
Ferrer ha recordado que desde el pasado domingo se han remitido dos escritos solicitando al Gobierno "aclaraciones urgentes" relativas a la orden ministerial que rige los protocolos a seguir en cada fase.
La presidenta del Consell de Formentera ha reclamado "más agilidad y colaboración", así como contar con un "interlocutor directo" del Gobierno central para ir aclarando las diferentes dudas que van surgiendo.
Para Ferrer, tanto las comunidades como las administraciones locales y municipios deberían tener "más participación" en la aplicación de estas ordenes ministeriales con el fin de poder garantizar la "máxima seguridad".