La pandemia del coronavirus ha multiplicado el volumen de residuos sanitarios en los hospitales españoles, que ahora gestionan millones de toneladas más que lo habitual.
Mascarillas, guantes, batas, se han convertido en parte de la cotidianidad. Su uso ha aumentado de forma exponencial desde el inicio de la pandemia en los hospitales, pero apenas nos preguntamos qué ocurre después de su uso.
¿Qué pasa cuando ya lo hemos utilizado y están contaminados al estar en contacto con el virus? ¿Dónde va todo este material? Entramos a la planta de esterilización de Terrassa. El ritmo de trabajo en esta planta de residuos es frenético desde hace meses porque aquí es donde llega el material infeccioso de los hospitales.
Los contenedores se introducen directamente en una máquina, que trabaja a 137 grados de temperatura para esterilizar todo lo que hay en su interior. En 2020 está planta ha procesado un millón de kilos más el año anterior.