Desarrollar una buena higiene postural nos ayuda a prevenir muchas dolencias sobre todo de espalda y cuello. Las posturas que tomamos a lo largo del día en el desarrollo de nuestras actividades están directamente relacionadas con las contracturas musculares, el cansancio o el dolor en la zona lumbar.
Durante el estado de alarma por coronavirus, muchos son los consejos que se han publicado sobre cómo teletrabajar de manera conveniente y evitar posturas incorrectas. Lo que deberíamos tener caro es que no solo cuando trabajamos nuestra espalda puede estar sufriendo. Hay otros momentos en los que cuidar la postura se vuelve fundamental.
Pasar de la silla de trabajo al sillón puede afectar muy negativamente a la postura y provocar el denominado ‘síndrome del sofá’, un problema bastante extendido que se puede dar cuando una persona pasa largos periodos de tiempo sentada o tumbada en el sofá.
Y es que, aunque parezca que estamos muy a gusto, no sentarse de la forma correcta hace que el cuerpo se resienta y que a medio y largo plazo se comiencen a sufrir diferentes patologías relacionadas con la espalda. Cuando nos sentamos en el sofá de manera relajada, no tenemos en cuenta la postura y el cuerpo se deja tirado ya que no se ejerce ninguna fuerza o tensión en los músculos de la espalda. Se lleva entones la parte inferior de la misma hacia delante y se apoya únicamente la columna en su zona dorsal creando una cifosis o excesiva curvatura en esa zona.
Es precismente ese exceso de curvatura en la espalda, que se ve forzada a una posición no natural, lo que provoca que surjan los dolores de espalda, las molestias en la zona lumbar, las contracturas musculares... En muchas ocasiones, estos dolores pueden ir acompañados de dolor de cuello e incluso de cabeza agravando otras patologías ya existentes como protusiones o hernias discales.
Hay dos medidas sencillas que se pueden llevar a cabo para evitar el 'síndrome del sofá'. En primer lugar, prestar atención a la postura que se adopta al sentarse en el sofá. Lo más conveniente, tener los hombros rectos, no caídos hacia delante, haciendo así que la columna esté siempre en una posición erguida. Si es necesario se pueden usar cojines para apoyar la espalda y mantenerla recta. Conviene tener siempre en mente que el sofá perfecto en términos ergonómicos no existe por lo que es responsabilidad de cada uno mantener la mejor postura mientras se está sentado en él al igual que intentamos hacerlo en nuestras sillas de trabajo.
Una segunda medida sencilla pero muy útil es la de realizar con regularidad ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda ya que estos son los que van a soportar la columna. En esta época de desescalada el consejo pasa por caminar, una media de una hora al día, hacer tai-chi, yoga o pilates. Este último es uno de los deportes más recomendados para mejorar y fortalecer la columna vertebral. También el yoga, es una disciplina especialmente recomendada para las personas que sufren dolores de espalda. Sus frecuentes estiramientos ayuda además a combatir el estrés acumulado.