Según la OMS, el 92% de la población vive en lugares donde los niveles de calidad del aire exceden los límites fijados. La alta concentración de polución, de humo de coches y autobuses, compuestos químicos de fábricas e industrias, contaminación producida por calefacciones, polvo y polen, contribuyen al incremento de enfermedades oculares como las inflamaciones de los ojos.
"Cuando no llueve ni hace aire los elevados niveles de polución de las urbes densamente pobladas pueden provocar irritación en los ojos, ardor, enrojecimiento y lagrimeo, además de sensación de quemazón y escozor", explica el director médico de la Clínica Baviera, Fernando Llovet.
Cada vez son más las ciudades que amanecen con la 'boina' negra de contaminación. Lo que provoca uno de los poblemas oculares más comunes, la conjuntivitis. Primero se produce de la inflamación del tejido que cubre la parte blanca del ojo (conjuntiva) y del interior de los párpados, lo que provoca lagrimeo y enrojecimiento del globo ocular.
"La contaminación también puede aumentar la aparición del síndrome del ojo seco, al no producir la cantidad necesaria de lágrimas para mantenerlos lubricados, causando así irritación y picazón", añade el experto.
Consejos para prevenir dolencias oculares: