Hoy son la ciudad de Ourense y el municipio de Barbadás los que amanecen confinados... Solo se permite la movilidad entre ellos. El resto de restricciones para frenar al coronavirus son similares a las de la fase 3: reuniones exclusivamente entre convivientes y queda prohibido el servicio en el interior de bares y cafeterías.
Toque de queda en Ourense, que deja calles completamente vacías. La poca gente que se veía en las calles anoche volvía de trabajar. Al resto de vecinos hay que buscarlos en casa. Algunos han sido previsores. “Lo vimos venir y ya hicimos compra grande”, nos cuenta una familia.
Y previsión es lo que piden otros. “Llega tarde se tenía que haber tomados antes”, comenta un vecino. "Me parece bien el cierre", dice otro.
Las cifras preocupan. La incidencia del coronavirus en Ourense es casi 5 veces superior al del resto de Galicia. “Es una bomba vírica”, señala Sergio Vázquez, miembro del comité clínico.
No se puede ni entrar ni salir de la ciudad, ni de Bardabás, y tampoco se puede consumir en el interior de los bares.
José tiene sus 44 mesas vacías. “Está vacío y esto estaba siempre lleno”. Y las terrazas sólo pueden estar al 50%. Un nuevo revés para el sector.
Un cierre que coincide con el puente del pilar.