La OMS para los ensayos con hidroxicloroquina, el fármaco bendecido por Trump, al detectar mayor mortalidad
El presidente de Estados Unidos reconoció que se automedicaba con hidroxicloroquina
Habitualmente se utiliza contra la malaria y hay quien defiende su uso contra el COVID-19
Un estudio reciente detecta mayor tasa de mortalidad en pacientes tratados con el fármaco
Popularizada y bendecida en los últimos tiempos por el siempre polémico presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hoy la hidroxicloroquina está en boca de todos después de que él y algunos adeptos hayan defendido su uso para combatir al coronavirus.
Empleado habitualmente contra la malaria, en los últimos días ha sido objeto de estudio por parte de diversos investigadores afanados en dirimir sus efectos secundarios y si verdaderamente puede ser utilizado con garantías frente al COVID-19.
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En este sentido, la última decisión de la Organización Mundial de la Salud ha sido determinante: el organismo detendrá temporalmente los ensayos clínicos con hidroxicloriquina en pacientes de COVID-19 después de haberse detectado un mayor índice de mortalidad en los enfermos que recibieron este tratamiento.
La decisión, ha anunciado el director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha sido tomada como una medida de cautela tras la publicación el pasado viernes en la revista médica ‘The Lancet’ de un estudio en el que se hacía referencia, precisamente, a mayores tasas de mortalidad en los pacientes que habían sido tratados en el ensayo con el fármaco.
"Tras leer la publicación, decidimos a la luz de estas dudas ser cautos y suspender temporalmente la afiliación a este medicamento", ha precisado la jefa de científicos de la Organización Mundial de la Salud, Soumya Swaminathan.
No obstante, la decisión será revisada en el futuro y, pese a pausar los ensayos, la OMS seguirá recabando datos para confirmar los publicados por el estudio. En este sentido, en próximas reuniones junto a responsables médicos de los países que llevan a cabo los ensayos patrocinados por la organización bajo el programa Solidarity Trial, se reevaluará pormenorizadamente la determinación acordada.
La medida cautelar, que podría afectar a países como Brasil, que justamente la semana pasada había aprobado el uso generalizado de la hidroxicloroquina en pacientes de COVID-19, en principio no se aplica a la cloroquina, de la que la anterior es un derivado y que también está incluida en los ensayos clínicos de la OMS.
Más de 400 hospitales en 35 países, entre ellos España, participan en los Solidarity Trials, en los que se ha reclutado a 3.500 pacientes.
Por otra parte, otros ensayos clínicos patrocinados por la OMS prueba en pacientes el antiviral remdesivir, --normalmente empleado contra el ébola--, una combinación de lopinavir y ritonavir, --que se usa habitualmente para portadores de VIH-- y el interferon beta, tratamiento frecuente contra la esclerosis múltiple.