Ninguno de los estudios evaluados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que la hidroxicloroquina, --el fármaco popularizado especialmente por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien lo puso en el foco mediático tras asegurar que se automedicaba con él para prevenir el contagio por coronavirus--, prueba que reduzca la mortalidad en los casos con COVID-19. Es la conclusión a la que ha llegado la organización, que ha decidido interrumpir sus ensayos con este fármaco, utilizado habitualmente contra la malaria, en pacientes con coronavirus.
Los resultados de las pruebas efectuadas hasta el momento no refrendan que se deba extender su uso.
"La sección de hidroxicloroquina del programa Solidarity ha sido suspendida por el momento", ha manifestado la experta de la organización Ana Maria Henao Restrepo durante una rueda de prensa.
Tal y como ha explicado, la decisión se basa fundamentalmente en dos informaciones: "por una parte, los datos publicados por Reino Unido y, por otra parte, los datos recabado por el programa Solidatiry de la OMS".
Así, ha recalcado que todos ellos sugieren que "no se produce una disminución de la mortalidad" por hacer uso de la hidroxicloroquina, por lo que esta será descartada por el momento.
Recientemente, además, también la Agencia del Medicamento de Estados Unidos ha revocado la autorización para su uso contra los afectados por el SARS-CoV-2, aunque Donald Trump sigue haciendo oídos sordos, incluso ante la agencia federal.