El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha vuelto a rechazar la posibilidad de administrar una dosis de refuerzo contra el coronavirus antes de que todo el mundo este vacunado.
El reparto desigual de los viales contra la covid entre los países ricos y pobres hace que, mientras que una buena parte de la población en los países ricos está completamente inmunizada contra la enfermedad, los países pobres apenas hayan inoculado al 1% de su población.
En un artículo publicado por la revista Times, Tedros Adhanom Ghebreyesus ha dudado de la ética de algunos países que, en lugar de enviar dosis a los países que más lo necesitan, han decidido apostar por una dosis de refuerzo para personas que ya cuentan con la pauta completa de la vacuna. El director de la OMS se ha apoyado además en la evidencia científica para apelar a la solidaridad de los países argumentando que la tercera dosis no es necesaria.
En palabras del propio Ghebreyesus, resolver esta desigualdad, es un asunto de "vida o muerte". El dirigente ha asegurado que la aparición de las vacunas ha provocado que la pandemia tome dos caminos diferentes: una reducción de los casos y las muertes en los países ricos con acceso a las vacunas y un incremento de la mortalidad y los contagios en los países pobres que además de tener otros problemas sanitarios, han sufrido los efectos de la variante Delta con mayor virulencia.
Por este motivo, la OMS ha pedido que se ponga en marcha una moratoria sobre las vacunas contra la covid al menos hasta el mes de septiembre para así intentar alcanzar el 10% de la población inmunizada en todos los países del mundo.
Según datos del instituto John Hopkins, tan sólo la mitad de los países han alcanzado esta proporción que, en cualquier caso, no resulta suficiente para dar por superada la pandemia. "Entiendo que los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a su propia gente [...] pero precisamente la mejor forma de hacerlo es vacunando al personal esencial en todos los países del mundo"-ha explicado Ghebreyesus.
Los limites en la distribución hacen que un incremento en el número de vacunas destinadas a personas que ya han recibido la pauta completa se traduzca directamente en una disminución de las dosis que les llegan a los países más retrasados en la inoculación de los viales contra la covid.
La OMS ha recordado además que, cuanta más gente permanezca sin vacunar, mayores serán las posibilidades de que el covid mute hacia cepas más infecciosas que puedan escapar a la eficacia de las vacunas.
Los países, ha sentenciado Ghebreyesus, tendrán que decidir entre arriesgarse a la aparición de nuevas variantes que puedan aumentar el riesgo de rebrote y provocar nuevas muertes o acabar con la pandemia a nivel global apostando por la solidaridad.