Olatz Vázquez narró su lucha contra el cáncer hasta el final en las redes sociales
La joven periodista y fotógrafa ha fallecido tras un año y medio luchando contra un cáncer gástrico
Olatz Vázquez denunció como el coronavirus retrasó el diagnóstico de su enfermedad
Sus publicaciones y fotografías en redes se convirtieron en un símbolo de la lucha contra el cáncer
La periodista vizcaína Olatz Vázquez, de tan solo 27 años, ha fallecido esta madrugada a causa del cáncer gástrico que padecía. Su caso era muy conocido, debido a que la joven periodista denunció un retraso fatal en su diagnóstico sobre todo a la llegada de la pandemia del coronavirus. Olatz vertió sus denuncias y contó el proceso de su enfermedad en las redes sociales.
La joven periodista, que luchó durante más de un año contra el cáncer gástrico con metástasis abdominal que padecía, ha fallecido hoy según informaba la cadena Ser. El último de sus mensajes en redes hablaba de su día a día, intentando recuperarse en casa tras varias recaídas que la habían devuelto al hospital: "Hoy he andando por el pasillo media hora, ayer lo hice, mañana lo haré otra vez. Espero poder salir pronto a la calle en cuanto me quiten cada vez más cables que tengo colocados”.
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Un retraso en su diagnóstico empeorado por el covid19
Olatz Vázquez narró en su cuenta de Twitter cómo fue el diagnóstico de su enfermedad, algo que llegó demasiado tarde debido a la llegada de la pandemia. Así lo contó en un hilo de Twitter que se hacía viral en agosto de 2020: “La COVID-19 ha hecho muchísimo daño a otras enfermedades; a su detección, a su seguimiento y a su curación. Abro hilo.”, comenzaba la joven.
Pero antes de que el covid19 colapsara los servicios de salud de nuestro país, el diagnóstico de su enfermedad ya se había retrasado demasiado por otras causas. Los dolores agudos en el estómago comenzaron hasta un año antes de esa fecha, pero cuando Olatz acudía al médico estos le restaban importancia. Debido a su juventud, todos le decían que no era grave, que podía ser celiaquía, gastritis, "flojera extrema" o una enfermedad pélvica inflamatoria. Incluso llegaron a decirle que podía estar confundiendo dolores abdominales con los dolores menstruales.
Los dolores continuaron y a principios de 2020 Olatz se traslada al País Vasco para buscar soluciones en su sistema de salud. La periodista insiste hasta que le programan una gastroscopia para el 22 de abril. Aunque sus médicos la insisten en que su analítica no muestra nada relevante, revela tan sólo “un poco de anemia y la B-12 baja”, Olatz sabe que se trata de algo más serio.
Pero entonces llegó la pandemia y su esperada prueba médica quedó en un segundo plano. "Debido a la alerta sanitaria hemos decidido retrasar tu gastroscopia al 9 de junio", la comunican por teléfono. Olatz pide que reconsideren la decisión, pero el médico la explica que “tras haber estudiado su historial clínico” no tiene nada de qué preocuparse. “Tú no tienes nada grave”, le aseguran.
Pero la realidad demostró todo lo contrario. El 9 de junio la gastroscopia revela “varias úlceras tumorizadas en el estómago”. Tras una biopsia se confirman las malas noticias: "Me confirman el diagnóstico: es maligno y hay que meterme a quirófano para ver si me lo pueden extirpar, pero ya es demasiado tarde. Ha habido metástasis y me mandan a oncología".
"Más de dos meses después y dos ciclos de quimioterapia a mis espaldas, todavía no entiendo cómo el factor joven es determinante para descartar si tienes una enfermedad grave", lamentaba Olatz en el hilo que contaba toda su odisea, entre la rabia y la impotencia.
Mensajes en redes que no dejan indiferente
Tras la repercusión de su hilo en Twitter, Olatz siguió contando cómo lidiaba con la enfermedad y con su tratamiento, publicando regularmente en sus redes sociales. Sus publicaciones, con textos y fotografías conmovedoras, recibieron miles de respuestas y mensajes de apoyo, y convirtieron a Olatz en un símbolo de la lucha contra esta enfermedad.
Tras ser diagnosticada, Olatz narraba la extrema soledad que la pandemia ha añadido a los pacientes de cáncer, que deben recibir sus tratamientos completamente solos, debido a las restricciones de seguridad en los hospitales, incluso en sus propias casas. A la periodista y fotógrafa no la importaba mostrar cómo la enfermedad cambiaba su físico:
Muchos fueron sus mensajes de superación, contando como, casi sin fuerzas, se embarcaba en viajes para recibir nuevos tratamientos:
Hace unos meses, Olatz descubrió también una realidad muy desconocida: los problemas económicos a los que se enfrentaba por su enfermedad. Y es que su caso pasaba a ser considerado una incapacidad total lo que, sumado a su juventud y sus escasos años cotizados, la abocaban a una percibir una pensión ridícula.