La OCU alerta que las mascarillas tipo FFP2, de las marcas 'Daddy Baby' y 'Likelove' no cumplen la normativa
No alcanzan a retener el 92% de partículas que, como mínimo, establece la normativa de la Unión Europea
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) alerta de la posible presencia de mascarillas de uso profesional que incumplen la normativa de protección. Se trata de cuatro marcas de mascarillas tipo FFP2 o equivalente que no alcanzan a retener el 92% de partículas que, como mínimo, establece la normativa de la Unión Europea para esta categoría. La alerta, recogida por el Sistema de Alerta Rápida de la Unión Europea, tiene su origen en Bélgica, pero estas mascarillas podrían haberse comercializado por internet en otros países europeos.
Las cuatro mascarillas denunciadas son:
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DADDY BABY. Protective Mask - Eearloop Face Mask. Ofrecen menos de un 49% de retención de partículas.
DADDY BABY. Protective Mask – Respiratory Protection. Ofrecen menos de un 76% de retención de partículas.
LIKELOVE. Self Suction Filter Type Anti Particle Respirator. Ofrecen menos de un 86% de retención de partículas.
Sin marca. Three Dimensional Protective Respiraor (disposable respirator). Ofrecen menos de un 76% de retención de partículas.
Este tipo de mascarillas autofiltrantes FFP2 y FFP3 (o las equivalentes N95, KN95) están recomendadas para el personal sanitario y aquellas personas que estén en contacto con contagiados, ya que protegen en ambos sentidos: tanto al contagiado como al que no lo está. OCU recuerda que en el resto de personas lo recomendado es la utilización de mascarillas higiénicas o quirúrgicas en sus desplazamientos o en lugares donde resulte difícil mantener la distancia social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no incluye el uso generalizado de mascarillas (y advierte contra el uso de las de algodón) entre las recomendaciones sanitarias para protección individual entre la población. Sin embargo, existe un intenso debate científico sobre la conveniencia de recomendar también su uso, no para protegerse uno mismo, sino para evitar la transmisión a otros por parte de personas infectadas sin síntomas, o con síntomas tan leves que no se plantean la posibilidad de estar infectados.
La razón de este debate es la cada vez mayor evidencia de que, a diferencia de otras infecciones víricas, el COVID-19 sí se transmite a otros durante la fase asintomática. Por eso las autoridades sanitarias de diferentes países están incluyendo la recomendación de uso de mascarillas de forma más extendida a lo que recomendaban anteriormente.
En el caso de España a día de hoy se recomienda usar mascarillas higiénicas (no médicas) cuando se viaja en transporte público y también en lugares en los que resulta difícil mantener la distancia social, como supermercados, según la Guía publicada por el Ministerio de Sanidad.
Es muy inportante destacar que el uso de mascarillas no exime de adoptar otras medidas preventivas, y de hecho un peligro del que advierten los expertos es de la falsa sensación de seguridad que proporcionan, que puede llevar a relajar medidas preventivas más importantes para la protección personal, como el mantenimiento de la distancia social o la higiene de manos.