Los médicos y sanitarios de España, agrupados en asociaciones, han elevado al Ministerio de Sanidad sus peticiones para la nueva ley de prevención del consumo de alcohol en menores. Entre ellas, destacan las de subir los impuestos a dichas bebidas y aumentar la edad legal mínima para consumirlas, fijada ahora en 18 años.
Las anteriores son algunas de las reclamaciones para el anteproyecto de ley. Están emitidas por 39 asociaciones científicas y médicas. Entre ellas están la Sociedad Española de Epidemiologia (SEE), Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (SESPAS), Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC) y Sociedad Científica de Estudios sobre Alcohol-Socidrogalcohol.
Entre las principales medidas, los expertos piden un aumento de los precios a través de impuestos o de un precio mínimo. Igualmente, reclaman subir de 18 años la edad mínima legal para el consumo de bebidas alcohólicas. Una parte de las demandas son la prohibición de acceso a la zona de alcoholes en los supermercados y otras superficies, control de la publicidad en redes sociales, prohibición de patrocinios en cualquier actividad (ocio, deportiva o cultural) a la que asistan menores y eliminación de ofertas a precio reducido en hostelería como la "happy hour (hora feliz)" y los "dos por uno".
Otras apuntan al respeto de la normativa existente. Los sanitarios exigen el estricto cumplimiento de la prohibición de venta a menores. En esta línea, solicitan "sanciones disuasivas" para los establecimientos que no lo respeten e incluso su cierre si lo hacen de manera reiterada. También piden que las multas, tales como beber en vía pública, sean proporcionadas a los ingresos de la familia del menor y dar la posibilidad de cambiarlas por clases educativas y servicios a la comunidad.
El anteproyecto de ley está abierto a consulta pública, tal y como establecieron Sanidad y Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. El objetivo de la futura ley es impedir los botellones, así como "actividades y conductas" que promuevan el consumo del alcohol en menores. Otro de los fines es dar una mejor educación a los jóvenes sobre los riesgos de beber, ya sean bebidas espirituosas (ron, ginebra y wiski, entre otras) o fermentadas (cerveza y vino, entre otras).