'Me jubilo ¿y ahora qué?': manual para enfrentar esta etapa de la vida con sus luces y sus sombras

  • Hablamos con Maria Ángeles Chavarría, autora del libro 'Me jubilo ¿y ahora qué?' Sobre esta compleja etapa de la vida

  • Reflexionamos con la autora sobre cómo la sociedad percibe a las personas mayores y sobre los estigmas que hay en torno a la jubilación

  • Ponemos el foco en la necesidad de aprender sobre esta etapa de la vida, no sólo para los que están en ella

Hay pocos acontecimientos en la vida de una persona que genere tanta disparidad de emociones como la jubilación. Hay quienes la esperan como 'agua de mayo' -personas que están bien de salud y que tienen vitalidad, motivación, inquietudes y ganas de disfrutar de la vida- pero también hay quienes viven este momento de su vida con cierta angustia y ansiedad.

Ese rechazo tiene mucho que ver con algunos tópicos y estigmas muy presentes en nuestra sociedad. Tiene sentido que uno sienta cierta objeción a pasar a formar parte de este grupo social al que algunos llaman 'jubiletas' o 'abueletes'…

De todo esto hablamos con María Ángeles Chavarría una doctora en Filología Hispánica que ha publicado más de 40 libros. En el último, Me jubilo ¿y ahora qué? (Pirámide 2021) además de dar múltiples herramientas para ayudar a las personas que se jubilan a vivir esta etapa como una oportunidad para seguir creciendo y disfrutado, hace una crítica a cómo la sociedad trata a las personas mayores.

“Quería que hubiera también una crítica a una sociedad que no se preocupa por los mayores ni por qué se puede hacer por los mayores. A cómo ve la publicidad a las personas mayores, por ejemplo, ¿es que la gente de más de una edad ya no se perfuma?, ¿es que no le gusta arreglarse? Parece como que eso ya da igual, porque como ‘yo ya soy mayor esto no va conmigo’…esa frase de ‘no, yo no me visto así porque ya soy muy mayor’. Esa sensación de ‘ya no, porque soy mayor’ quería que se reflejase porque creo que es una etapa que no se ha tratado bien”.

Una sociedad que cuenta poco con las personas mayores

Efectivamente, en la publicidad o en los proyectos de emprendimiento hay pocas propuestas para personas mayores. Chavarría se pregunta por qué no se dirige la sociedad al ocio de las personas mayores, a hacerles una vida más agradable, “es como que los descartamos, como que molestan”, asegura.

Y es curioso este fenómeno que nos ocurre a los jóvenes y adultos de menos de 65 años: parece como si no fuéramos capaces de ver que nosotros también vamos a estar en esa franja de edad en algún momento no tan lejano. De hecho, Chavarría reconoce que decidió empezar a investigar sobre este tema y escribir el libro pensando en cómo podía ayudar a las personas mayores a entender esta etapa, pero también pensando en ella misma, en cómo prepararse y saber qué hacer cuando le toque el turno de jubilarse.

Una de sus conclusiones es que deberíamos contar más con las personas mayores y aprovechar mejor su talento y su experiencia. En su libro, Chavarría insiste mucho en que dejar de trabajar no tiene por qué significar dejar de contribuir a la sociedad. “Existe esa posibilidad, por ejemplo, de hacer una acción social o seguir dando formación, o pueden buscar con qué asociaciones colaborar. Si a ti se te da bien algo, ¿por qué no seguir contribuyendo? Y si no has tenido una vida profesional, pues lo puedes enfocar en la ayuda social, por ejemplo, en un comedor social. Eso te hace crecer y sentir que eres útil”.

Una situación ideal para Chavarría sería la de poder combinar la contribución, con esos espacios de disfrute: “me parce interesante que se planteen no entregarse completamente a los demás, porque tienen derecho a disfrutar. Lo ideal sería combinar esas acciones de formación, de ayuda, de relación familiar, sin ser esclavo de, por ejemplo, tener que quedarse con los nietos todo el tiempo y dejar de tener su propia vida”

Nadie te pregunta ¿cómo eres?, ¿qué te gusta hacer?, ¿qué te define?, ¿qué te hace feliz?, ¿con qué disfrutas? (M.A. Chavarría)

Tener su propia vida pasa también por su propio desarrollo personal, por cultivar su autoconocimiento y autoestima. Gran parte del estigma social que existe en torno a la jubilación -coincide conmigo la autora- tiene que ver con el hecho de que las personas tendemos a identificarnos con nuestro trabajo, con lo que hacemos o con lo que hemos hecho toda la vida. Entonces, cuando llega la jubilación Y uno deja de hacer lo que ha hecho siempre, es como si dejara de ser quién ha sido siempre…

“Fíjate; muchas veces la pregunta es ¿qué haces?, ¿a qué te dedicas? Esa pregunta te la encuentras continuamente. Nadie te pregunta ¿cómo eres?, ¿qué te gusta hacer?, ¿qué te define?, ¿qué te hace feliz?, ¿con qué disfrutas? (…) Tenemos esa identificación muchas veces de que somos el cargo que tenemos o el trabajo que tenemos. Soy profesora, barrendero, estudiante, diseñador, arquitecto…lo que sea; soy lo que hago. Entonces, cuando tú dejas de hacer… ¿quién eres?”

Si una persona se ha pasado el tiempo solo trabajando y no ha tenido esa posibilidad de pensar quién es, puede ocurrir que cuando se jubile, su mundo se desmorone, porque no sabe realmente a qué dedicar su tiempo.

Si no hemos tenido la oportunidad de hacernos esas preguntas antes de la jubilación, tal vez este sea el momento para empezar ese trabajo personal y preguntarnos ¿qué me hace feliz?, ¿quien soy?, ¿qué me define? Preguntas que lleva su tiempo contestar.

Conocer mejor a las personas mayores

En el mercado hay millones de publicaciones encaminadas a ayudarnos en diferentes etapas de la vida. Hay infinidad de bibliografía sobre crianza de bebés, educación de niños y adolescentes, sobre cómo prepararse para ser madre o padre, elección de carrera o gestión de talento, pero ¿y sobre cómo relacionarnos con las personas mayores? Ahí no hay tanta oferta.

En España hay más de 9 millones de personas mayores de 65 años y sabemos muy poco de ellas, de cómo tratarlas, de qué necesitan. Por ejemplo, muchas veces perdemos la paciencia y nos frustramos cuando nos cuentan lo mismo tres o cuatro veces. Muchas veces creemos que les ayudamos organizándoles la vida o dándoles todo hecho, cuando lo que en realidad lo que necesitan para su bienestar emocional es mantener la sensación de control.

“Escribir este libro, -cuenta Chavarría, me ha ayudado a conocer mejor a las personas mayores y a saber que, por ejemplo, intentar convencerles de algo, es completamente inútil”.

Pero ¿cuánta energía se nos va a veces en conversaciones de ese tipo con nuestros mayores? Tenemos mucho que aprender sobre ellos si queremos establecer relaciones realmente enriquecedoras. Me jubilo ¿y ahora qué? (Pirámide 2021) Tiene también esa parte tan necesaria para los que tenemos a personas mayores cerca y queremos acompañarles en esta etapa de su vida con el mismo cariño que lo hacemos con nuestros hijos en su desarrollo.