A pesar del optimismo general que venimos viviendo ante la bajada de contagios en todo el mundo después de la tercera ola del coronavirus, la viróloga Margarita del Val no comparte esta euforia. De hecho advierte sobre la inminente llegada de una cuarta ola de contagios si no tomamos precauciones. En estos términos se ha manifestado en una entrevista en la radio Onda Vasca.
La inmunóloga e investigadora del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa ha pronosticado un aumento significativo en el número de muertos en un plazo de dos semanas, probablemente debido a la virulencia de una de las nuevas cepas de covid19. Del Val afirma esto tras constatar que la movilidad está aumentando en todo el país debido a la fuerte relajación de las medidas sanitarias tras abandonar la tercera ola. Ante la insistencia de las autoridades de salvar la temporada turística de la Semana Santa, Del Val es contundente: "debemos salvar personas y no a la Semana Santa".
La científica ha señalado que esta misma mañana ha recibido datos de la movilidad de las poblaciones y "está creciendo peligrosamente por encima de los umbrales críticos, que predicen que en un par de semanas van a empezar a subir los muertos". "Y estamos en un nivel de muertos muy elevado y muy intolerable. Si en un par de semanas empiezan a subir después de dos semanas más bajando, estamos muy mal. La movilidad es lo que hace que estemos en contacto con más personas distintas, por mucho cuidado que tengamos, y el virus se transmite por contagio entre personas", ha advertido.
Asimismo, ha considerado "importante" que, en una situación "tan grave", haya "varias vacunas, más vacunas y que empleen distintas tecnologías". Sobre la de Janssen, ha asegurado que no le convence "para nada una sola dosis". "Y, de hecho, a ellos tampoco, puesto que han lanzado la aprobación con una dosis, pero están haciendo los ensayos para la segunda. Digamos que han acelerado para presentar los datos de una dosis", ha apuntado.
A su juicio, desde el punto de vista del sistema inmunitario, poner solo una dosis "es jugar a perder" porque, con la segunda tanda, es como este se refuerza "muy potentemente". "La inmunidad celular que está de base ya es muy potente con la primera dosis, pero la cantidad de anticuerpos neutralizantes se multiplica por 50 con la segunda dosis. Por lo tanto, hay que ir a dos dosis", ha explicado.
Margarita del Val también se ha referido a los efectos adversos, como la fiebre, que se han detectado con la inoculación de la segunda dosis de la vacuna Moderna, pero ha desaconsejado que se limite la administración a sola una dosis.
"Los efectos adversos son intrínsecos al proceso de inmunización. Hay personas que dan más y otras menos, pero la inmunización implica una agresión a nuestro organismo para que este, con nuestro sistema inmunitario, reaccione a la agresión. Frente a las cosas que son inocuas, el cuerpo no reacciona", ha añadido.
Margarita del Val ha hecho hincapié en que solo se ha vacunado a un 3% de los colectivos "de altísimo riesgo", los mayores de 65 años, que son los correspondientes a las residencias. "Hemos avanzado muy poquito. Por eso reclamamos más dosis, más vacunas, más velocidad de vacunación, que está limitada por el número de vacunas. Que nadie se crea que nos sobran vacunas y que están vacunados todos los vulnerables, en absoluto", ha remarcado.
Si ha existido una bajada de oleada de invierno causada por las navidades, según ha especificado, ha sido por las medidas de contención, no por los efectos de las vacunas, que únicamente "se han visto en las residencias".
Margarita Del Val ha considerado que, pese a que se pueda impulsar un pasaporte de vacunación, las personas vacunadas "pueden ser asintomáticos contagiosos, es decir, portadores de la enfermedad silenciosos, y por lo tanto, un pasaporte de vacunación no es garantía de que ellos van a ser inocuos para el resto de la gente", sino, "al contrario, puede ser peligrosos o transportar el virus sin darse cuenta ellos".
La viróloga no es partidaria de la obligatoriedad de la vacuna, como se ha establecido, por ejemplo, en Galicia, y prefiere "que la gente se convenza". En este sentido, ha citado la evolución positiva que ha habido en las residencias tras las vacunaciones y ha apuntado que estas ahora son "una balsa de aceite". "Que la gente observe eso y decidirá vacunarse", ha subrayado.
La investigadora ya admitió hace unos días que las vacunas de la covid-19 han demostrado un beneficio "nítido, clarísimo y rotundo" para las personas ya inoculadas, pero que no estaba aun garantizado que estas no puedan contagiar la infección, por lo que la idea de una cartilla de vacunación le parecía "prematura, sobre todo para hacer viajes o entrar en espectáculos".