El estado de las uñas, al igual que ocurre con la piel, puede ser indicativo de nuestra buena o mala salud. Su color, forma, textura y espesor son reflejo de enfermedades, afecciones, déficit de vitaminas en la dieta o simples golpes. Algunas de las anomalías más frecuentes son las manchas blancas, pero ¿deben preocuparnos?
Las manchas blancas en las uñas pueden aparecer por diversas causas y reciben el término médico de leuconiquia. Según portales especializados, la falta de cuidado de esta parte del cuerpo, traumatismos o déficits de algún nutriente, entre otras cosas, puede reflejarse de esta manera.
Muchas no tienen por qué ser un motivo de preocupación y las manchas desaparecen con el crecimiento de la propia uña. El simple hecho de modernos las uñas las erosiona o teclear fuerte el ordenador hace que aparezca esta anomalía.
En otros casos, estas permanecen. En concreto, el institutcataladelpeu.com clasifica la leuconiquia en dos tipos: aparente y verdadera. En el primer caso, las manchas no desaparecen a medida que crece la uña y esto puede ser indicativo de en cirrosis hepática, insuficiencia cardíaca, diabetes e insuficiencia renal.
En el caso de la leuconiquia verdadera, desaparece con el crecimiento de la uña. Por su localización y apariencia, la misma fuente las clasifica en cinco tipos:
Lo recomendable ante cualquier anomalía tanto en las uñas como en otra parte del cuerpo que nos preocupe es acudir al especialista. En este caso, el médico de cabecera o dermatólogo, que indicarán a qué se debe y el tratamiento a seguir.