La privatización de los rastreadores de Madrid después de que la Comunidad tratará de fichar voluntarios ha provocado críticas al Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Este martes, la consejera de Presidencia de la Comunidad madrileña, Eugenia Carballedo, ha defendido esta decisión apuntando al Gobierno central que también contrató a la entidad Quirón Prevención para hacer el mismo trabajo.
Carballedo ha apuntado, que la noticia, sin embargo, se trató con "absoluta naturalidad". La consejera, además ha subrayado que la Comunidad no va a renunciar a "ninguna opción" para combatir la pandemia. "No es noticia que este gobierno se apoye en la colaboración público privada para prestar el mejor servicio a los madrileños", ha zanjado.
La consejera ha explicado que actualmente hay más de 400 rastreadores trabajando en el seguimiento de contactos de coronavirus en Madrid y ha señalado que a este número se sumarán 22 rastreadores, una cantidad también criticada por los sindicatos sanitarios.
En ese sentido, ha insistido en que "el número de rastreadores se va dimensionando" y, al haber bajado la edad de los contagios, ha aumentado el número de contactos de media que tiene cada persona contagiada. "De media se ha cuadriplicado", ha asegurado.
Carballedo ha pedido a la oposición que "les dejen trabajar". "Bastantes problemas tenemos con preservar la salud de los madrileños para que critiquen aquello que el Gobierno de la Nación practica".
La miembro del gobierno de Madrid se refería a que el Ministerio de Fomento, a través de Aena, y el Ministerio de Trabajo tiene contratada a la clínica Quirón precisamente para hacer labores de seguimiento de Covid-19, la misma empresa privada a la que Díaz-Ayuso ha adjudicado el contrato para este trabajo en la comunidad.