El dolor crónico se ha definido como “el dolor que se extiende más de 6 meses desde su aparición o que se extiende más allá del período de curación de una lesión tisular, o está asociado a una condición médica crónica”. El 20% de los adultos en Europa (100 millones de personas) padecen dolor crónico. Esta cifra es mayor que la de las personas con diabetes (60 millones). Los trastornos que con más frecuencia causan dolor crónico son el dolor de espalda (65,56%), el dolor articular (51,66%), el dolor de cuello (32,20%) y el dolor de cabeza (31,36%).
Y el suplicio de padecer dolor crónico provoca que la depresión y el dolor de espalda sean dos de las cinco causas principales de discapacidad en todos los países de Europa. De hecho, los pacientes con dolor crónico tardan por lo menos dos años en recibir un tratamiento satisfactorio para el dolor y el 40% están insatisfechos con su abordaje.
No es una broma porque el dolor crónico es la causa de más de 500 millones de días de baja laboral al año en Europa, lo que representa un coste para la economía europea de más de 34.000 millones de euros. Y cuando el dolor ya es insoportable provoca que el 19% de los pacientes pierda su trabajo o cambie el mismo (13%). Hablamos del dolor crónico con uno de los grandes especialistas de España, el doctor David Abejón, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Alcalá de Henares, miembro fundador de la Sociedad Española de Neuromodulación y experto en la Unidad del Dolor de los mejores hospitales de España. Además es especialista en Anestesiología y Reanimacion y doctor en medicina por la Universidad Autónoma de Madrid.
En mi caso concreto es por algo muy simple, todos al final vamos a tener un fin común, nos vamos a morir. El hecho de dedicarme a la medicina del dolor, es porque creo que en la vida debemos tener la mayor calidad de vida posible y el menor sufrimiento posible, por lo que siempre pensé que quitar parte de ese dolor es lo mejor que puedo hacer en la sociedad. Si analizamos el por qué vamos al médico, siempre es porque nos duele algo, esto es lo que quiero hacer, que no te duela y la vida, que ya es difícil para todos, no se vea limitada por un dolor de hombro o una lumbalgia. Me parece maravilloso poder ayudar en este aspecto de la vida, y aunque es complicado dedicarte por completo a esta ciencia a mí me apasiona desde que empecé y cada día más.
En mi carrera creo que los casos que más impresionan son los canceres de vulva, la patología facial y el síndrome del dolor complejo. Este ultimo caso es especialmente dramático por todo, pero en especial, porque es típico de gente joven tras un traumatismo o una cirugía menor, y las imágenes y el sufrimiento de los pacientes son horribles. Mis maestros han sido el Dr. Enrique Reig y a nivel internacional Dr. Elliot Krames y Tim Deer. Aunque he aprendido de cada uno de los compañeros que han estado conmigo y de los que tengo a mi lado.
El dolor agudo es un síntoma que nos avisa de que ha pasado o pasa algo, el dolor crónico es una enfermedad que no avisa y no sirve de nada, simplemente te hace sufrir.
Para mi los más intensos y limitantes son los dolores faciales, como una neuralgia del trigémino o bien un
dolor facial atípico o una cefalea en racimos. Como he dicho un dolor regional complejo es una locura
también.
Lo más importante en el tratamiento del dolor es realizar un tratamiento multidisciplinar contra el dolor, que significa que veamos el dolor desde todos los puntos de vista, desde el emocional, con psicoterapia, hasta el ejercicio físico, pasando por tratamiento intervencionistas, con bloqueos, infiltraciones, radiofrecuencia, implantes… hasta escuelas de espalda, compuestas por gente dedicada al ejercicio físico y la rehabilitación, con educación sanitaria de enfermería. En nuestra Unidad de Dolor se realiza este tipo de enfoque, con diferentes especialistas y acupuntores y psicóloga.
La dieta es muy importante en toda nuestra vida y como no podía ser de otra manera, también en el tratamiento y alivio del dolor. En nuestra Unidad tenemos a D. Néstor Paniagua que se encarga de este aspecto. Se ha estudiado mucho la influencia de la dieta en pacientes con Fibromialgia y fatiga crónica, siendo los alimentos que más influyen el gluten y la lactosa, aunque insisto que ha de estudiarse como el resto de los factores influyentes en este tema. Nosotros con Néstor intentamos ayudar a nuestros pacientes, manejando la dieta y con rutinas deportivas individualizadas.
Aunque me repita lo más importante no es el tratamiento del dolor, sino la medicina del dolor. Existen muchas novedades en el tratamiento del dolor, desde fármacos mejorados hasta técnicas intervencionistas. El tratamiento con radiofrecuencia, en todas sus modalidades, la convencional, la pulsada o la fría, puede ayudar en el tratamiento de cualquier tipo de dolor, el empleo de implantes de electrodos, con o sin parestesia, medulares o en el ganglio, bombas de infusión continua, por ejemplo, en pacientes que sufren de espasticidad, obtienen resultados fantásticos, tanto desde el punto de vista analgésico como funcionales, con restauración parcial de la funcionalidad de los pacientes. Hoy en día en las unidades especializadas las posibilidades de tratamientos son muchas, aunque tenemos que tener en cuenta que en ocasiones el paciente va a mejorar y no va a quedar libre de dolor completamente.
Por supuesto que lo es. El cáncer puede provocar dolor por si mismo, por las metástasis e incluso por el
crecimiento de las masas que puede comprimir estructuras nerviosas que provoquen dolor. Lo que tenemos claro que hoy en día es que se puede tratar el dolor y no padecer dolor en este catastrófico proceso.
Pedir ayuda de especialistas en dolor, no hay que sufrir. Los demás son consejos que sirven para todos, con o sin dolor, una vida sana, con una buena dieta mediterránea, y ejercicio físico regular. Los pacientes han de ser atendidos por profesionales que estén realizando medicina del dolor de forma regular y seria.
Dependiendo del tipo de dolor los trabajos que obligan a realizar esfuerzos físicos importantes pueden acarrear más tipos de dolor a largo plazo, pero bueno también tenemos pacientes periodistas que han de estar mucho tiempo sentados. El trabajo ha de combinarse con un estilo de vida adecuado para poder disminuir su influencia en el testo de nuestro organismo.
La propia definición del dolor crónica emitida por la Organización internacional para el estudio y tratamiento del dolor incluye la parte emocional de mismo. El organismo es un todo y cualquier evento emocional contrario se puede convertir en un evento somático, la somatización del dolor. Aunque no se trate de un dolor puramente emocional, la influencia de la parte emocional en la intensidad y variación del dolor es muy importante. En nuestro caso Dña. Sonia Sosa, realiza el tratamiento de la parte emocional en los pacientes mientras nosotros hacemos el tratamiento fisiológico del mismo. Es vital estar bien desde el punto de vista emocional para poder seguir a delante en nuestra dolencia.
Si de hecho existe la centralización del dolor y la hipersensibilidad dolorosa, que es un poco complejo de entender aunque para poder explicarlo seria como un dolor de un miembro amputado, si no está por qué duele. El cerebro está recibiendo 'imput' continuamente y acaba respondiendo así.
Se debe de tratar también la parte emocional y por supuesto que un buen profesional en este campo puede manejar este tipo de emociones y ayudar a los pacientes.
El primer consejo es que sepan que no están solos, que existen equipos que los pueden ayudar que la ciencia ha avanzado mucho y que seguro que van a encontrar alivio de su patología antes o después. Es muy importante la pregunta sobre los cuidadores principales, nadie les atiende y creo que sufren en silencio la patología de sus allegados de forma muy cruel porque no pueden quejarse a nadie, ya que aparentemente no sufren. En algunos casos creo que deberían ser ayudados ellos y por lo menos que les ayudáramos a entender el sufrimiento de sus familiares o amigos. Creo que e este punto la educación sanitaria impartida por enfermería o el gabinete psicológico es vital, aunque en España no es lo habitual.
El 37% de los niños entre 8 y 16 años sufren dolor crónico, la mayor dificultad en este tipo de pacientes es la limitación funcional que puede provocar el dolor crónico en sus vidas. El enfoque ha de ser el
mismo y en este punto los padres si han de estar implicados en el tratamiento y darles más apoyo y cariño si se puede.
Lo mas importante y prioritario es conocerlas, saber que existen, saber que te pueden ayudar y demandar su ayuda, esto es lo más importante para los pacientes que sufren dolor. La verdad es que es muy osado poder hablar de todas las unidades de dolor del territorio nacional. Lo que desde las unidades de dolor debemos demandar al Estado y a las universidades es que la formación se unifique, que llegamos a ser una especialidad y que podamos trabajar de forma unificada en todo el territorio español. Que los Ministerios se den cuenta de este gran problema nacional y comiencen a ayudar a los pacientes que sufren dolor. Se debe de llegar a conseguir un enfoque multidisciplinar de la materia.