La limpieza de los aviones en época de coronavirus preocupa más que la puntualidad
Se necesita un equipo de 18 limpiadores para un Boeing 777 y un equipo de 36 para un A380
Al mismo tiempo que las aerolíneas de todo el mundo reducen la capacidad de algunos vuelos y suspenden rutas hacia determinados destinos por el coronavirus, el mundo se sigue moviendo y cada día miles de viajeros se suben y bajan de los aviones en algún aeropuerto del planeta.
Antes, la principal obsesión tanto de las compañías como de los pasajeros era la puntualidad, que el vuelo no sufriera retrasos. Pero el COVID-19 también ha cambiado esto. Y es que ahora la mayor de las preocupaciones es la limpieza, que el aparato esté bien limpio y desinfectado entre un trayecto y otro.
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Teniendo en cuenta que uno de los principales modos de transmisión es el contacto, en la aerolínea Emirates, con base en Dubái (Emiratos Árabes Unidos), por ejemplo, han decidido centrarse especialmente en la limpieza de superficies. Para ello utilizan "una sustancia química ecológica aprobada para matar virus y gérmenes que además deja una capa protectora duradera contra la nueva contaminación".
Se limpia absolutamente todo: ventanas, pantallas, asientos, mesas de bandejas, apoyabrazos, rejillas de ventilación, controles en el asiento, lavabos, compartimientos superiores, etc. Para hacerse una idea en cifras: se necesita un equipo de 18 limpiadores para un Boeing 777 y un equipo de 36 para un A380, el avión comercial más grande del mundo.
De conocerse que entre los pasajeros de un vuelo había un caso sospechoso o confirmado de coronavirus, se hace una limpieza mucho más profunda de entre seis y ocho horas. Según explican desde Emirates, los filtros HEPA filtran un 99,97% de los virus, además de eliminar el polvo, los alérgenos y los microbios del aire que circulan en la cabina.
El tiempo de frecuencia con el que se limpia y desinfecta una aeronave depende de la compañía. Delta, American, United y Southwest usan rociadores electrostáticos con distinta frecuencia. En el caso de la estadounidense Delta, el desinfectante que usa se llama Matrix 3, el cual está aprobado por la Administración Federal de Aviación (FAA) para su uso en aviones ya que no corroe el aluminio. Se trata de una mezcla de etanol y EDTA tetrasódico, un desinfectante de uso común.
Las aerolíneas no desinfectaban y limpiaban los aviones tan profundamente entre vuelos como lo hacen tras la pandemia. Las mesas plegables y los asientos se limpiaban después de viajes largos, pero no en tiempos de tránsito (desde el despegue hasta el aterrizaje) entre vuelos cortos.
Las compañías daban prioridad a cumplir con los horarios y a administrar los costos en un intento de ofrecer tarifas más bajas. Y es que la inversión de una limpieza más profunda incluye desinfectantes aprobados por la FAA, servicios subcontratados de limpieza, tiempo adicional en tierra y, ahora también, equipo especializado.