Una chica de 22 años ha muerto una semana después tras descubrirse en el cuerpo unos extraños moratones y acudir al médico. Además de los hematomas, esta joven presentaba unos síntomas parecidos a la gripe, pero los sanitarios no le detectaron lo que tenía de forma inmediata.
Los hechos han ocurrido en Reino Unido. Siete días después de que le empezaran a aparecer los extraños cardenales, Sarah Armstrong sufrió un ictus que acabó con su vida. Sarah Armstrong era trabajadora del Hospital Aintree y tenía una hija de apenas dos años.
En el centro sanitario al que acudió, según Liverpool Echo WS, le dijeron que tenía que realizarse varios análisis de sangre. "Aquel mismo día la llamaron para decirle que tenía que ir a urgencias inmediatamente", explica Danielle Johnson, la amiga de la joven. Una vez en el hospital, los médicos le dieron a Sarah una noticia devastadora: sufría una leucemia mieloide aguda.
Tras el terrible diagnóstico, empezó de forma inmediata el tratamiento de quimioterapia. "Siempre se mostraba fuerte y muy positiva", continúa Danielle. Pero tres días después, el 1 de febrero, murió. Su amiga de la infancia lamenta lo ocurrido y afirma que era una madre increíble.
La última voluntad de Sarah fue contar su historia al mundo para concienciar a la gente y ayudar a aquellos que presenten sus mismos síntomas.
Los indicios de este tipo de leucemia son la sensación de cansancio, respiración dificultosa, hematomas, sangrado y aumento del riesgo de infección. Además, a veces se puede extender al cerebro, a la piel o a las encías.