Imagen desgarradora en la aldea cisjordana de Beit Awwa, cerca de Hebrón, al sur de Cisjordania. Jihad Al-Suwaiti, de 30 años, supo que su madre se moría aislada por una leucemia que se complicó con coronavirus en la UCI del Hospital Estatal e Hebrón y no quiso dejarla sola en ese duro momento.
Según relata India, Jihan escaló los muros que rodean el centro hospitalario hasta lograr encaramarse al alféizar de la ventana junto la que agonizaba su madre. Allí pudo verla y acompañarla hasta que falleció el pasado 16 de julio.
La historia ha sido compartida por Mohamad Safa, representante de Naciones Unidas en la zona y conocido activista humanitario. Según comentó el hermano mayor de Jihan, es el menor y siempre ha estado muy unido a su madre, especialmente desde que quedó huérfano de padre hace 15 años.
Jihad ha estado conmocionado tras la muerte de su madre negando lo ocurrido y culpando a todos por la desgracia. Ella ha permanecido varias semanas ingresada luchando contra la leucemia mientras se contagiaba también de COVID-19.