Josep Pàmies, también conocido como 'el embaucador de la lejía', ha vuelto a hacer una fiesta de "besos y abrazos", esta vez en Sant Pere de Ribes (Barcelona). La Dulce Revolución, el movimiento impulsado por el agricultor y activista de Balaguer, ha reunido a 200 personas sin mascarilla ni ninguna otra medida de seguridad para mostrar su rechazo a las restricciones que decretan las administraciones para intentar poner freno a la pandemia de coronavirus.
A finales de mayo, Pàmies ya reunió a un centenar de personas en Balaguer (Lleida) en un encuentro en que los participantes se dieron abrazos y besos para defender que con productos como el MMS (clorito de sodio), del que Pàmies es un firme defensor, se puede combatir la Covid-19. Aquel encuentro tuvo lugar en pleno estado de alarma.
"Esta mal llamada pandemia la paramos con besos, abrazos, plantas medicinales, MMS y confianza. Aprovecharemos la tarde para reconocer en un precioso espacio boscoso, plantas silvestres, comestibles y medicinales, con las que parar las locuras de nuestros políticos", es el lema de los convocantes. Según Pàmies, están dispuestos a hacer de conejitos de indias ya que se dejarían infectar de coronavirus para demostrar que con el MMS y la artemisa se puede curar.
La Fiscalía de Lleida archivó el caso contra Pàmies el pasado junio al considerar que los delitos denunciados por distintos colegios de médicos, que denunciaban haber recibido mails para que recomendaran su producto, no se habían podido acreditar. No se puedo demostrar que los denunciados fabricaran o vendieran el producto conocido como MMS, ni tampoco que promocionaran su venta. Tampoco que elaboraran, dispensaran, suministraran con ese producto. Tampoco había constancia de denuncias por delitos de lesiones o estafa contra Pàmies y Dolça Revolució.