Cuanto más tiempo se demore la intubación endotraqueal en los pacientes críticos con coronavirus ingresados en UCI, es decir, la técnica médica por la cual se coloca un tubo de plástico flexible en la tráquea para mantener una vía aérea abierta o para que sirva como un conducto a través del cual administrar ciertos medicamentos, más aumenta la probabilidad de que mueran. Es la conclusión de un estudio enmarcado dentro del proyecto 'CIBERESUCICOVID', coordinado por el director del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Respiratorias (CIBERES), Ferran Barbé.
El objeto de estudio de los autores era evaluar si el periodo de tiempo que trascurre entre la aplicación de soporte respiratorio avanzado -oxigenoterapia de alto flujo o ventilación no invasiva- hasta el momento en el que los pacientes críticos con coronavirus son intubados y ventilados de forma mecánica influye sobre la mortalidad o las secuelas respiratorias.
Para ello, se incluyeron 205 pacientes ingresados en las unidades de cuidados intensivos del Hospital Universitario Arnau de Vilanova y el Hospital Universitario de Santa María en Lleida. Se comparó la mortalidad y las secuelas respiratorias en el grupo de pacientes que fueron intubados en las primeras 48 horas frente a los intubados a partir de las 48 horas. El resultado del "análisis de supervivencia mostró un aumento significativo sobre la mortalidad en el grupo que se intubó después de las 48 horas. De hecho, por cada día que se demora la intubación endotraqueal la mortalidad aumenta un 9%", comenta Barbé.
Asimismo, en los pacientes que se demoró la ventilación mecánica invasiva se demostró un mayor porcentaje de secuelas respiratorias tanto a nivel de las pruebas funcionales como de las imágenes residuales en el TAC torácico.
Por todo ello, se recomienda evaluar de forma individualizada las probabilidades de acabar con ventilación mecánica invasiva y, en caso de necesitarla, demorarla lo menos posible.