La denominada inmunidad híbrida puede ser la clave que nos permita vislumbrar el principio del fin de la pandemia de covid-19. Se trata de una "súper" respuesta inmune contra el SARS-CoV-2 que se da en las personas que se han contagiado de covid y además han recibido una vacuna.
Así, pueden presentar una resistencia mayor y más duradera ante el virus que la que asegura una pauta de vacunación completa. Ómicron está mostrando dos caras: su capacidad de contagio pone en vilo la capacidad hospitalaria, pero es cierto que puede provocar una inmunidad que, no siendo la ideal de la vacuna esterilizante, sí puede convertir la pandemia en algo mucho más leve. El hecho de que ya se contagien personas de gripe y de covid, es explicado, con todas las precauciones, por algunos expertos, como una muestra de debilidad de ómicron, porque otras variantes no dejaban que ningún otro virus se interpusiera en su camino.
Estas personas montan respuestas inmunes inusualmente potentes, que resultan en títulos de anticuerpos neutralizantes (es decir, aquellos que bloquean el ingreso del virus a las células humanas, e impiden la infección) 100 veces mayores que los generados por la infección, y 25 veces mayores que los generados por la vacunación. Estos anticuerpos incluso mostraron inmunidad cruzada entre las distintas variantes de preocupación del SARS-CoV-2, según explica 'Infobae'.
El inmunólogo José Gómez Rial explicaba a la web Redacción Médica un elemento clave de esta inmunidad híbrida. "Estamos ante una fase de transición hacia el final de esta pandemia y que después de esta explosión que supone Ómicron alcanzaremos un nivel de protección muy superior a la que se puede conseguir solamente tras la vacuna. Es lo que se conoce con el nombre de la inmunidad hibrida". Mediante este tipo de inmunidad "un individuo vacunado con pauta completa que se infecta genera una potente respuesta inmunitaria, ya que la infección actúa como un booster natural más potente que cualquier dosis de vacuna sin producir la enfermedad grave". El aumento de los asintomáticos y los casos leves son un dato clave.
Esta robusta respuesta inmune amplificada se debe a las células B de memoria, que son las células de la inmunidad que recuerdan un primer contacto con un antígeno, en este caso, el virus, y que van a madurar para generar linfocitos B. Estos linfocitos B van a generar un tipo de anticuerpos mucho más eficientes en la neutralización que lo que fueron en ese primer contacto con los distintos antígenos del virus, ya sea por vacunación, o por infección.
El nivel de protección de la inmunidad híbrida contra el covid-19 sintomático (es decir, la eficacia de esta protección, haciendo una analogía con la eficacia a la que se refieren en los ensayos de las vacunas) es del 93-97%, cuando se la probó con distintas variantes de preocupación, previo a la circulación de ómicron.
El SARS-CoV-2 tiene 25 proteínas, por lo que la infección natural genera distintas respuesta inmunes, tanto contra la proteína S, como contra las proteínas no S del SARS-CoV-2.
'La importancia de la emergente inmunidad híbrida de la India', publicada en The BMJ el 20 de diciembre, analizó este fenómeno a partir de una investigación de Shenoy y colegas, que examinaron las respuestas inmunes de 1500 pacientes con enfermedades reumáticas registrados en un centro de salud especializado. Sus resultados fueron publicado en The Lancet el 22 de noviembre del 2021.
Formaron cuatro grupos de 30 pacientes cada uno. La vacuna usada fue Covishield, que es la vacuna de Oxford-AstraZeneca fabricada por el Serum Institute de la India, el principal fabricante de vacunas del mundo. Los registros fueron hasta agosto del 2021. La edad media de los pacientes fue de 55.8 años, y el 88% eran mujeres (recordemos que la base de datos fue a partir de una población con enfermedades reumáticas, que son más prevalentes en el género femenino).
Evaluaron la respuesta inmune en cada uno de ellos:
En el primer grupo (individuos que tuvieron Covid-19 y que recibieron una dosis de la vacuna), el 87% tuvo una importante respuesta de anticuerpos neutralizantes, la mayor de todas (30% de los anticuerpos, bloqueaban la infección), versus el 60% de los que recibieron 2 dosis de vacunas (grupo 4). Todos en este grupo tuvieron seroconversión (es decir, que generaron anticuerpos), versus el 90% en los que recibieron 2 dosis (grupo 4).
Distintos ensayos mostraron una mejor respuesta neutralizante del suero de los individuos con inmunidad híbrida contra la evasión inmune de distintas variantes de preocupación como Beta (cepa sudafricana) y Delta (cepa de la India), en comparación con las muestras de los individuos vacunados, que nunca estuvieron infectados.
Los estudios de inmunidad híbrida son muy importantes en el contexto indio: de enero del 2020 a noviembre del 2021 tuvieron dos olas bien marcadas, con 34.5 millones de personas infectadas (tiene una población de 1.38 billones de personas). Casi 350 millones de personas recibieron su primera dosis de vacuna. Muchos de estos individuos tienen hoy una sólida inmunidad híbrida. Las incógnitas ahora son cuánto dura esta inmunidad, y cuál será su eficacia sobre la nueva variante Ómicron.
Estos hallazgos pueden influir en las políticas de vacunación, y así comenzar a aplicar refuerzos a las poblaciones más vulnerables, que son los ancianos y los inmunocomprometidos. Este fenómeno contribuye con la inmunidad colectiva o de rebaño (aquella generada por una gran parte de la población, que sea altamente resistente a la infección y a la transmisión).
Probablemente la inmunidad híbrida haya jugado un papel importante en la finalización de la segunda ola de covid-19, en la que Delta se calcula que infectó a casi a la mitad de la población, y en el retraso de la tercera ola (hoy la India promedia menos de 8 mil casos diarios). Por tanto, hay que procurar completar los esquemas de vacunación y avanzar con las terceras dosis a nivel mundial.