La ronda de bares de los invitados a la boda de Tudela provoca miedo: un profesor de zumba y una cajera de un super dan positivo
Los vecinos se muestran indignados por la falta de precaución en la ronda de bares
Una invitada tuvo contacto con un monitor de gimnasios y se teme que el virus se haya extendido en la zona
Los bares han sido cerrados para ser desinfectados así como el supermercado afectado
Una boda tiene indignada a toda la ciudad de Tudela. Porque sí, este sábado el virus ha vuelto a Tudela. La ciudad que llevaba limpia de coronavirus varias semanas y estaba, poco a poco, recuperando la normalidad vuelve a temerse lo peor. El foco en este caso ha sido una boda que se celebró en el juzgado tudelano. A la boda asistieron cerca de 35 personas, un número reducido que no ha impedido que el virus se extienda. Una cajera de un supermercado ha dado positivo y ya se sabe que una de las asistentes a la boda tuvo contacto con un monitor de gimnasio lo que extiende la sensación de un mayor contagio. Los vecinos de Tudela creen que esto solo es el principio y temen que la ciudad cierre porque vieron invitados de la boda festejando varios días y en pleno fin semana, las comidas familiares y los niños pueden ser gasolina para el virus.
Porque el problema no fue la boda sino la ronda de bares de después. Ya ha dejado 31 casos de coronavirus, uno de los cuales está hospitalizado, aunque todos ellos son menores de 50 años. Según se ha indicado, algunos de los asistentes a la boda estuvieron en algún bar de la ciudad ribera, por lo que se están realizando PCR ha los contactos cercanos. Estas pruebas se están realizando en una carpa instalada en el exterior del Hospital Reina Sofía de Tudela. Dado que el periodo de incubación de la enfermedad es de 14 días, no se descarta que se vayan conociendo nuevos casos relacionados en los próximos días. Eso es lo que se espera en Tudela.
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Los propios vecinos de Tudela señalan que tras el enlace, los invitados y los novios se dejaron ver por varios bares de la ciudad lo que preocupa a las autoridades por una posible expansión del virus. Es más, en las últimas horas, esos locales permanecen cerrados a la espera de que lleguen los servicios de limpieza para examinar y dejar limpias las superficies. Lo mismo pasa en el juzgado de la ciudad donde la pareja contrajo matrimonio.
Los vecinos están indignados por este nuevo rebrote del que, poco a poco, se están conociendo más contagios. Un supermercado de la ciudad también ha tenido que cerrar porque una de sus cajeras ha dado positivo tras tener contacto con los invitados de la boda. Más familiares y amigos se mantienen en cuarentena ya que el domingo hubo comidas familiares en las que el virus pudo expandirse entre más gente. “Es posible que en los próximos días se conocen más casos positivos porque no se ha mantenido la distancia social y hasta el martes se ha visto por la calle a invitados de la boda. Solo esperamos que los enfermos no sean muy graves”, comenta uno de los vecinos. Una de las asistentes a la boda tuvo contacto con un monitor de varios ginmasios por lo que el miedo crece.
El bar donde fueron los invitados después de la boda ha colgado un cartel en el que anuncia su cierre ante el rebrote. Los novios, que estaban en plena luna de miel han sido localizados y se les han hecho las pruebas. De momento hay 31 contagios y no se descarta que puedan aumentar. Este rebrote en la localidad navarra, donde ya hay 100 personas confinadas, ha puesto a sus vecinos en alerta y desde el Ayuntamiento piden responsabilidad y, ante todo, no olvidarnos de las mascarillas. Se están realizando pruebas a todos los contactos estrechos de los contagiados y PCR a los que presentan síntomas. Toda la precaución es necesaria para no volver a dar un paso atrás.
El Ayuntamiento de Tudela se ha puesto a disposición del departamento de Salud del Gobierno de Navarra para trabajar conjuntamente ante el brote de COVID-19 detectado en la ciudad, que ha llevado a la residencia de mayores de la Casa de Misericordia a blindarse. A través de las redes sociales el alcalde, Alejandro Toquero, indica que mantienen comunicación continua y directa para analizar los datos y la evolución de los contagios, cuestión sobre la que ha informado a la oposición, a la que agradece su disponibilidad. Esto ha llevado a la residencia de la Casa de Misericordia a adoptar una serie de medidas preventivas, pese a que se mantiene sin casos de coronavirus, ni sospecha de haberlos. Así, desde este viernes y hasta que la situación epidemiológica lo permita, quedan suspendidas temporalmente las visitas a residentes y las salidas de estos al exterior del centro.
También se activa el protocolo de acceso a proveedores y personal ajeno a la residencia y se reactivan el ya conocido sistema de contacto familiar mediante videollamadas y el servicio de gestión de recados y pequeñas compras que solicitan los residentes. En el centro, en el que actualmente no hay ningún caso positivo, se han producido quince fallecimientos.