Situación delicada dentro y fuera de algunos hospitales madrileños. Centros como el Gregorio Marañón o el 12 de Octubre presentan en sus alrededores centenares de contenedores repletos de residuos contaminados, y muy peligrosos. Auténticas bombas biológicas.
Hay decenas, hasta 4 200 contenedores junto a las puertas, próximos a las ventanas, pegados a las paredes, en cualquier esquina. Es el hospital 12 de octubre. Aquí dentro hay residuos biopeligrosos. La pandemia de coronavirus los ha multiplicado. "La empresa encargada no ha tenido capacidad. No se cumple ninguna normativa. Ni de temperatura ni de almacenar en un sitio adecuado", señala la portavoz de Comisiones Obreras, Virginia Castelo.
En el hospital Gregorio Marañón, los contenedores también han tomado los patios interiores. Se trata de una bomba biológica según los sindicatos, pero un problema puntual para la Consejería, que asegura haber reforzado la recogida. "El volumen que recoge no es tanto como lo que se genera", explica Castelo. El ritmo de generación es imparable.