El estadounidense Chris Long de Reno, padecía leucemia mieloide aguda, por lo que fue sometido a un trasplante de médula ósea en Nevada. Tres meses después se enteró de que el ADN de su sangre había sido reemplazado por el de su donante, un hombre alemán de edad menor, según ha informado The New York Times.
Este procedimiento consiste en sustituir la sangre débil por la sangre sana del nuevo donante. Por lo que Chris decidió realizarse un análisis cuatro años más tarde, y descubrió que el ADN de sus labios y mejillas compartía también el de su donante. Pero lo que fue aún más sorprendente fue que el ADN de su semen pertenecía completamente a su donante.
Asimismo, afirmó que, "me pareció bastante increíble que pudiera desaparecer y que otra persona pudiera aparecer". Por lo que Long se convirtió en una quimera humana, esta es la denominación que recibe una persona que cuenta con dos tipos de ADN.
Aunque se sabe que puede llegar a suceder, no se conocen las causas que llevan a tal avance científico. Decenas de miles de pacientes con cáncer u otras enfermedades de sangre como la leucemia, linfoma o anemia falciforme se someten anualmente a trasplantes de médula ósea.
Los científicos han explicado que desde el punto de vista médico este tipo de trasplantes no provoca riesgos en la salud de los pacientes. Ahora lo que les interesa a los especialistas es que pasaría si este paciente tuviera un bebé ¿Recibiría los genes de su padre o del donante? Pues bien, esta pregunta todavía está por resolverse. Algunos expertos entrevistados por el medio estadounidense han declarado que ven imposible que este hecho pueda llegar a ocurrir.
Ahora este avance médico del caso del Sr. Long, que se presentó en una conferencia internacional de ciencia forense en septiembre, ha captado el interés de los analistas de ADN mucho más allá de Nevada. Todos los médicos que han estudiado el caso están de acuerdo en que es imposible decir con exactitud a cuantas personas le puede ocurrir lo mismo. Por su parte, el Sr. Long dijo que espera encontrarse con su donante durante un próximo viaje a Alemania y agradecerle en persona por salvarle la vida.