Aunque poco a poco España va encaminándose a la 'nueva normalidad' tras un largo periodo de cuarentena, el coronavirus sigue amenazando con un rebrote mientras no se encuentre una vacuna o terapia eficaz. Conviene no olvidar que, aunque hayamos empezado a salir a la calle nuevamente y hayan aumentado nuestras interacciones sociales, hay algunos hábitos que no debemos olvidar a fin de garantizar que la velocidad de transmisión del virus se mantenga baja.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que la principales formas de transmisión siguen siendo tanto el contacto directo con personas infectadas como la inhalación de las partículas respiratorias de personas con la infección. Por ello, las costumbres más importantes que se deben mantener durante la desescalada y después son las siguientes:
La COVID-19 es una enfermedad respiratoria que se transmite principalmente a través de las pequeñas gotículas que son liberadas al estornudar y al toser. Por lo tanto el uso de mascarilla en sitios públicos es muy importante para evitar que estas partículas se propaguen y sean inhaladas por otras personas, especialmente en sitios cerrados como mercados, cafés o autobús, por ejemplo.
La mascarilla debe ser utilizada obligatoriamente tanto por todas las personas que se encuentren estornudando o tosiendo como por aquellas que no posean síntomas, pues existen casos relatados de personas que transmitieron el virus hasta algunos días antes de que surgieran los primeros síntomas de la infección.
En se sentido, el Gobierno ha impuesto ya la obligatoriedad de las mascarillas para mayores de 6 años en la vía pública mientras no se pueda garantizar la distancia de un metro y medio, en espacios al aire libre y cerrados de uso público o abiertos al público, así como en los transportes. El incumplimiento será sancionado con multas de hasta 100 euros. No será exigible en el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad
El lavado frecuente de las manos es una práctica que debe mantenerse, pues además de ayudar a controlar la transmisión del coronavirus, ayuda a prevenir muchas otras enfermedades que pueden ser transmitidas por medio de las manos.
La transmisión de enfermedades ocurre cuando se toca con las manos alguna superficie que está contaminada y luego se hace contacto con los ojos, la nariz o la boca, los cuales poseen mucosas finas que permiten que el virus y las bacterias logren entrar en el organismo fácilmente.
Así, el lavado de las manos se debe mantener de forma frecuente y especialmente después de estar en algún sitio público con otras personas, como después de hacer las compras en el supermercado, por ejemplo. En caso de que no exista la posibilidad de lavar las manos con agua y jabón, otra alternativa es desinfectarlas con alcohol en gel u otra sustancia desinfectante.
Según con un estudio realizado en Japón, el riesgo de contagiarse con el SARS-CoV-2 aparentemente es 19 veces mayor en sitios cerrados. Por ello, siempre que sea posible se debe optar por realizar actividades al aire libre, evitando sitios cerrados como cines, tiendas o centros comerciales.
En caso de que se necesite acudir a un sitio cerrado, lo ideal es ir por el menor tiempo posible, utilizar mascarilla, evitar tocarse el rostro con las manos, mantener distanciamiento de dos metros respecto a otras personas y lavarse las manos después de salir del ambiente.
Seguirá siendo muy importante mantener el distanciamiento social . Este distanciamiento garantiza que las partículas liberadas por una tos o estornudo no logren propagarse tan rápidamente entre las personas.
El distanciamiento debe ser respetado principalmente en sitios cerrados, sin embargo, también es conveniente mantenerlo en los ambientes al aire libre, en especial cuando las personas no están utilizando mascarilla de protección.