La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha advertido este jueves de que fumar o vapear en espacios al aire libre como terrazas o parques aumenta el riesgo de contagio de coronavirus, tanto para los propios fumadores como para las personas que están a su alrededor.
Por ello, ha recomendado que durante este periodo de desescalada, tantos los espacios abiertos como cerrados estén libres de humo, porque, al fumar y exhalar, sea tabaco convencional o dispositivos electrónicos, se expulsan "diminutas gotitas respiratorias que pueden contener carga viral y ser altamente contagiosa".
Las gotitas respiratorias, llamadas gotitas de Flügge, son partículas diminutas, invisibles al ojo humano, expelidas al hablar, toser, estornudar o respirar, que pueden transportar gérmenes infecciosos de un individuo a otro; pueden permanecer hasta 30 minutos en el aire en suspensión y pueden alcanzar dos metros de distancia, lo cual les permite ingresar en las vías respiratorias.
Al fumar, además, "es inevitable llevarse la mano a la boca o a la nariz o a la cara, lo cual facilita la entrada del virus en el aparato respiratorio", según ha advertido en una nota de prensa el presidente de Separ, el doctor Carlos A. Jiménez-Ruiz.
Y hay otro peligro asociado, y es que el uso obligatorio de mascarillas que acaba de entrar en vigor, el fumador debe quitársela y ponérsela, lo cual aumenta el riesgo de infectarla.
Se da la circunstancia también de que la COVID-19 es "mucho más grave" en los fumadores, según apuntaba el documento de posición "Fumar en tiempos del COVID-19", la Separ y la Asociación Latinoamericana de Tórax (ALAT), la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias (La Unión) y otras Sociedades científicas latinoamericanas.
Las sustancias tóxicas del humo del tabaco disminuyen las defensas de los pulmones, lo cual facilita que los virus y las bacterias puedan infectar estos órganos de un sujeto fumador con mayor frecuencia que los de uno que no consume tabaco; además, las células pulmonares de los fumadores son especialmente susceptibles a ser infectadas por el SARS-Cov-2.
Hasta un 40 por ciento de los fumadores asegura haber fumado más desde que empezó la crisis del COVID-19, según una encuesta 'on line' realizada por Top Doctors publicada con motivo del Día Mundial del Tabaco, que se celebra el próximo 31 de mayo.
Aquellos que se consideran fumadores habituales o sociales afirman estar fumando el doble, y hasta el 20 por ciento de los casos asegura 'no saber calcular la cantidad de cigarros adicionales'. "Los fumadores con un carácter más lábil, más ansioso, la repercusión del confinamiento en relación con el consumo del tabaco será más alta de lo habitual.
El confinamiento nos ha llevado a situaciones casi límites, y esto puede haber favorecido en algún caso a la vuelta al tabaco. Aunque para poder hacer balances y conocer más datos exactos habrá que esperar unos meses más" asegura el jefe del servicio de Neumología del Instituto Universitario USP Dexeus, Coll Klein.
La Universidad de California en San Francisco (Estados Unidos) ha realizado un estudio en el que se apunta que el riesgo de desarrollar un cuadro médico grave en pacientes de COVID-19 es el doble entre los fumadores y exfumadores. Lo que implica en España a casi un cuarto de la población, según las cifras de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Para los exfumadores el confinamiento y todo lo que envuelve la situación, ha supuesto una prueba de fuego en la lucha contra el tabaquismo. Y el resultado es positivo, ya que el 78 por ciento asegura tener totalmente superada la adicción al tabaco y del 16 por ciento que afirma haber pensado en el tabaco, 8 de cada 10 asegura haber aguantado la tentación.
La situación personal y profesional puede haber sido un desencadenante para todos aquellos exfumadores que han vuelto a fumar, pues prácticamente 2 de cada 3 que asegura haber sucumbido durante el confinamiento se encuentra en situación de ERTE o paro en estos momentos.
"El confinamiento es una situación que se sale de toda normalidad y cuanto más se alargue más difícil será de llevar. Es muy posible que tenga consecuencias tanto a nivel físico como psíquico en la población, por lo que hemos de estar preparados para esta eventualidad y actuar en consecuencia", explica Klein.