Recuerda que tomar frutas de temporada te permitirá ahorrar, comer sano, y al tiempo ser más respetuoso con el medio ambiente. Aquí te explicamos por qué.
Estas son las frutas de otoño, por orden alfabético, con los meses en los que puedes consumirlas.
Aguacate: Puedes encontrarlos desde mayo hasta noviembre, aunque hay unas 500 variedades de aguacates por lo que pueden consumirse todo el año.
Caqui: Esta deliciosa fruta originaria de China y Japón madura entre los meses de septiembre y enero.
Chirimoya: Aunque su origen está en las regiones limítrofes entre Perú y Ecuador, se introdujo en España a finales del siglo XVIII y se cultiva ya en todo el mundo. Puedes comerla entre septiembre y enero.
Granada: Desde tiempo inmemorial es un fruto muy apreciado. Incluso los antiguos egipcios la utilizaban para hacer vino. Sus meses de maduración discurren entre agosto y noviembre.
Higo: La higuera produce brevas entre los meses de junio y julio y a partir de agosto y hasta octubre ofrece deliciosos higos verdes.
Kiwi: La mejor temporada para esta fruta es la que va desde septiembre hasta abril, aunque hay variedades para todas las épocas del año.
Limón: Puedes consumirlo desde octubre hasta junio.
Mandarina: Sin duda es una de las frutas que marcan la entrada del otoño. Empieza a disfrutarla en septiembre y podrá acompañarte en tu dieta hasta el mes de abril.
Mango: Aunque su nombre ya evoca el Caribe su origen está en la India. Puedes tomarlo desde julio hasta noviembre.
Manzana: Existe una enorme variedad de manzanas, por lo que puedes consumirla en gran parte del año. No obstante, los meses óptimos son los que van desde julio hasta febrero.
Melocotón: Estarán listos para el consumo a partir de abril y hasta el mes de octubre.
Melón: Aunque asociamos su sabor refrescante al verano, puedes disfrutar de él desde mayo hasta octubre.
Membrillo: Generalmente se consume en forma de compota o mermelada, pero también puedes tomarlo escarchado en azúcar, o al modo mexicano (crudo con sal, chile y limón) entre los meses de julio y octubre.
Naranja: ¿Qué mejor para el desayuno que un buen vaso de zumo de naranja recién exprimido? Los meses en los que la puedes encontrar van desde octubre a mayo.
Nectarina: Dulce y jugosa. Seguro que sólo pensar en ella ya hace que la saborees. Pues disfrútala desde abril hasta octubre.
Pera: Te acompaña desde el mes de junio hasta final de año.
Plátano: Lo puedes comer prácticamente todo el año debido al clima de las Islas Canarias.
Pomelo: Si no le temes a su sabor amargo podrás comerlo desde diciembre hasta abril. Es una pieza ideal para el desayuno si la endulzas un poco.
Uvas: No las dejes sólo para Nochevieja. Las puedes tener a partir de agosto y hasta diciembre.
Piña: Aún estás a tiempo de consumirlas frescas, aunque es en otoño cuando termina su temporada.
¿Ya tienes tu lista? Ahora te cargaremos de argumentos para que te decidas a consumirlas durante los próximos meses.
1. Te ayudarán a prevenir la obesidad:
Su alto contenido en fibras da sensación de saciedad, así que te ayudará a controlar el apetito ya que evitarás consumir alimentos que supondrán más calorías. Las frutas tienen mucha agua, por lo que son depurativas y además son bajas en calorías y grasas.
2. Reforzarán tu sistema inmunitario:
La vitamina C, presente en las frutas, interviene en varios procesos beneficiosos para tu cuerpo: te hace más resistente a las infecciones o aumenta la asimilación de hierro, calcio y fósforo. La vitamina A aumenta las defensas. Las frutas proporcinan más de la mitad de la vitamina A que necesitas y casi toda la vitamina C.
3. Regularás tu tránsito intestinal:
Las frutas son muy ricas en fibra, que nuestro aparato digestivo no digiere pero favorece los movimientos intestinales. El kiwi es una de las más efectivas. La pectina que contiene la manzana es útil para tratar diarreas y otras enfermedades gastrointestinales. Las frutas también son ricas en magnesio, que ayuda a mejorar el funcionamiento intestinal.
4. Serán tus aliadas si haces deporte:
Si realizas esfuerzo físico y no quieres quedarte sin energía tu mejor elección será una fruta rica en hidratos, en potasio y magnesio (para evitar calambres). Así que llévate al gimnasio aguacate, plátano, uvas, chirimoya o higos.
5. Controlarás tu colesterol:
Ciertas frutas como el aguacate contienen grasas que no favorecen la formación del colesterol. Algunas fibras, como la pectina, absorben el colesterol impidiendo que pase al torrente sanguíneo. Además, la vitamina E, presente en las frutas, estimula la fabricación de colesterol HDL (colesterol “bueno”)
6. No pueden faltar en tu dieta si estás embarazada:
Por su contenido en ácido fólico (como es el caso del aguacate) y en nutrientes beneficiosos como las vitaminas, minerales, fibra, agua y fitoquímicos, las frutas favorecerán el crecimiento saludable de tu bebé.
7. Pueden ser el freno a ciertas enfermedades degenerativas:
Las vitaminas A, E y C son grandes antioxidantes. Estos antioxidantes pueden neutralizar los radicales libres que son responsables de la aparición o desarrollo de enfermedades como el párkinson, el cáncer o el envejecimiento prematuro. En el caso de las enfermedades cardiovasculares, además, previenen la formación de coágulos en las arterias y fluidifican la sangre. Los polifenoles, caretenoides o algunos minerales como el zinc o el selenio también te ayudarán a combatirlas.
8. Son diuréticas:
Las frutas son ricas en potasio y escasas en sodio, por lo que son alimentos muy diuréticos. Son buenas para la hipertensión si no estás tomando medicación. Su gran aporte en agua te hará eliminar más líquidos.
9. También para los diabéticos:
Si padeces diabetes has de tener en cuenta que hay frutas muy dulces que pueden hacer que suban tus niveles de azúcar en sangre. Pero si las tomas en su justa medida no hay problema. También equilibran el azúcar por su contenido en pectinas como la manzana.
10. Harán tu dieta más dulce y con sabores diferentes:
Puedes tomarlas como postre, a media mañana o a la merienda. Incluso pueden constituir una cena perfecta que compense una comida copiosa. ¡Y también para los niños! Es la golosina más natural que puedes ofrecer a tus hijos.
¿No te han parecido unas excelentes razones para que incorpores la fruta de otoño a tu dieta? Recuerda que la cantidad recomendada es de tres piezas al día. Por último, ten en cuenta que si cocinas una fruta perderá valor nutricional. Por ejemplo, durante la cocción la manzana pierde taninos (que son aliados del aparato digestivo).
Y si aún quieres más variedad aprovecha para comer este mes estas últimas frutas que no verás hasta el próximo año: Sandía, paraguayas, frambuesas, ciruelas y albaricoques.
Si tienes duda sobre la procedencia de una fruta consulta a tu frutera de confianza o fíjate en las etiquetas si las adquieres en una gran superficie. ¿Y por qué no comprarlas directamente al productor? A través de internet podrás adquirir frutas recién recolectadas aunque vivas en una gran ciudad.
¡Dulcifica tu entrada en el otoño!