Frotarse los ojos es un hábito muy común que la mayoría de personas realiza casi sin pensarlo, y que parece no tener consecuencias, al menos hasta ahora. Una nueva investigación ha descubierto que las personas que lo hacen podrían ser más propensas a sufrir daños en las córneas.
Así lo recoge el medio 7News, que informa de que este acto puede llegar a provocar daños en esta zona del ojo. Uno de los expertos de la investigación se dio cuenta de que uno de sus pacientes se frotaba los ojos continuamente debido a que en su trabajo estaba en contacto con mucho polvo, y ese frote le provocó una deformación en la córnea que derivó en una visión borrosa.
Por todo ello los investigadores recomiendan que, en caso de irritación, se puede utilizar bolsas de hielo, lubricantes o gotas para los ojos que provoquen alivio y no hagan necesario utilizar nuestras manos, para evitar posibles daños.