El director general del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido desde Moncloa para analizar nuevamente la situación epidemiológica de España en el marco de la pandemia del coronavirus, que según el último balance deja 134 nuevos contagios y 5 nuevas muertes, lo que eleva las cifras totales a 250.103 casos y 28.368 fallecidos por COVID-19.
Según el epidemiólogo, si bien la semana pasada se había detectado “una tendencia ligeramente ascendente” debido a los importantes brotes que se detectaron, como el de Aragón, “esta semana parece que la tendencia se está revirtiendo y los datos son más como semanas previas”. “Muy probablemente esa tendencia diferente de la semana pasada se debía a los esfuerzos de detección en tres brotes de tres comunidades afectadas”, ha asegurado, pasando a apuntar que “llevamos ya dos o tres días donde claramente el 60% de los casos son asintomáticos”, lo que ha señalado como “otro dato importante” porque, ha explicado “indica que vamos incrementando el número de casos que proceden de casos ya conocidos, y por tanto la transmisión comunitaria sin control está reduciéndose semana a semana”.
En este sentido, tras apuntar que de los casos detectados en los últimos 7 días, 56 de ellos “se han detectado en viajeros” y por tanto serían casos importados, los casos que se están detectando ahora “son más leves”. Ello se debe, “fundamentalmente”, a que “los grupos vulnerables; las personas con edad más avanzada, los enfermos crónicos… son pacientes que están mucho más protegidos”, y además, ahora los afectados son mucho más jóvenes, por lo que, de partida, su salud y su sistema es más fuerte.
Esto último, ha dicho, se demuestra entre otras cosas “en la edad media de los casos que se están registrando actualmente”. Los datos desde el día 11 de mayo, con el nuevo sistema de vigilancia, “muestran que nuestros nuevos casos tienen una media de 50 en mujeres y 47 en hombres. Antes la media era de 62 en mujeres y 61 en hombres. Un descenso importante que se debe fundamentalmente a que estamos trabajando con personas más jóvenes con un estado de salud inicial mucho mejor”, ha dicho, añadiendo que estos casos no están suponiendo “un esfuerzo importante” para el sistema asistencial.
El hecho de que los nuevos casos que se estén detectando sean más leves, ha dicho, también se empieza a notar en las cifras de fallecidos, ha apuntado Fernando Simón, quien tras indicar que en los últimos 7 días se han contabilizado 24 decesos, ha apuntado que “la evolución es buena y la transmisión local se está controlando”.
“Mantenemos los datos más o menos de semanas anteriores. Estamos en torno a los 1600 casos sospechosos a los cuales se hace PCR en un 91%. Son datos muy buenos. Se reduce un poco el número de casos sospechosos pero se mantiene en cifras muy parecidas.
“De todos los que dan un positivo, los afectados tienen un promedio de cuatro contactos, con un rango entre 2 y 6 y un 4% de casos estrechos desarrollan sintomatología”, ha señalado, añadiendo que “un porcentaje muy importante” de los casos “proceden de contactos conocidos e identificados previamente”.
“La transmisión comunitaria residual que está quedando está muy por debajo de lo que estábamos observando hace mes y medio”, ha detallado, valorando la capacidad de detección precoz de los casos y la rapidez entre la fecha de inicio de síntomas y el diagnóstico, que se sitúa alrededor de las 24 horas.
Respecto a la situación hospitalaria, Fernando Simón ha recordado que “hace dos meses, de las personas que iniciaban síntomas en una semana determinada alrededor del 22% de ellos se ingresaban en hospital y alrededor del 3% en un momento dado ingresaban en UCI. Hace dos semanas estos porcentajes eran más bajos”, ha dicho, pasando a destacar la diferencia: “El porcentaje de ingreso hospitalario para los que iniciaban síntomas hace dos semanas es del 8% para los que ingresan en los hospitales y, en UCI, alrededor del 1 y el 2%”.
“Ahora mismo en los que inician síntomas vemos que la tasa de hospitalización y el nivel de ingreso en UCI también está mejorando considerablemente y es una evolución progresiva semana a semana”. “Nuestros grupos vulnerables parecen protegidos y la transmisión se va centrando en grupos más concretos”, ha señalado, indicando que hay alrededor de 193 personas en UCI actualmente. “Llevamos un descenso no muy agudo pero sí constante, con pequeñas variaciones, en los que nuestros ingresos y pacientes en UCI van disminuyendo progresivamente”, ha apuntado.
Por otra parte, el epidemiólogo se ha referido a la cuestión que preocupa principalmente en estos momentos, que es la proliferación de brotes en nuestro país. Concretamente, ha manifestado, son un total de 58 los que permanecen abiertos.
“Es bueno que hablemos de brotes en lugar de transmisión comunitaria descontrolada. Es una buena noticia”, ha asegurado, precisando que “muchos de estos brotes están técnicamente abiertos pero en realidad no son brotes de interés”, poniendo nuevamente como ejemplo los de los hospitales vascos de Txagorritxu y Basurto, los cuales ya no preocupan porque, ha dicho, “no hay transmisión”.
“De esos 58 sí que es cierto que hay otros que sí que nos preocupan. La semana pasada nos preocupaban los de la parte este de Aragón. Nos interesaban por la magnitud y el tipo de población afectada, con características particulares que nos hacían pensar que el control no iba a ser fácil, pero la Comunidad de Aragón ha hecho un control impresionante y no les ha temblado la mano a la hora de aplicar medidas, y hay que reconocerles ese trabajo. También nos preocupaba algún otro brote, como los de Lleida. De la Generalitat me consta que una de las medidas que se están valorando y discutiendo puede ser la posibilidad de aplicar confinamientos selectivos. Creo que hacen bien en considerarla y con mucho cuidado y sensibilidad. En esta situación quizás es mejor sobreactuar un poquito que quedarse corto. Ahí no tengo mucho más que decir”, ha señalado.
Continuando en esta línea, ante las reiteradas preguntas de los periodistas en la sala sobre el estado de los brotes, Simón ha intentado ser más específico: “Tenemos algunos que son preocupantes no por el volumen y porque sea difícil controlarlos sino por lo que significan. Nos preocupan en cierta medida dos brotes a partir de casos procedentes de otra comunidad autónoma en la que había algunos brotes. Gente que se ha desplazado a dos comunidades autónomas diferentes han generado brotes allí. Nos preocupa. Son brotes en principio bien controlados, pero implica un tipo de riesgo que nos hubiera gustado que no se produjera. El que llegue un caso importado y genere un brote no nos gusta, pero bueno”, ha dicho, manifestando su pesar.
A este respecto, ha proseguido: “Que los movimientos por motivo de ocio, personales, familiares… acaben ocasionando brotes nos preocupa un poco más, porque visitas familiares hace toda la población. Son brotes hasta ahora bien delimitados que no están generando nada especialmente grave”.
“Luego nos preocupan uno o dos brotes que no sabemos muy bien cómo llamarlos. Los llamamos mixtos. Se inician como familiares pero alguno de los casos ha tenido contacto con otro ámbito como puede ser laboral y genera una extensión del brote. Se han conseguido controlar pero nos indican que no es tan difícil que un brote familiar acabe generando un brote comunitario. Esos brotes nos ayudan a mantener la tensión, a conseguir que la gente entienda que no es que si yo voy a ver a mis primos como mucho se van a infectar mis primos. No, tus primos pueden infectar a otro y podemos crear un problema comunitario. Nos ayudan a mantener esta misma tensión. Son ese tipo de brotes los que en principio nos afectan o interesan”, ha concluido.