El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido como cada día para hacer balance del coronavirus en España, que este viernes deja un muerto más en la cifra total de fallecidos por COVID-19 y 177 diagnosticados el día previo, de los cuales 94 de ellos se han producido en Madrid.

Recalcando que ahora el objetivo es la “detección precoz de los casos” y “actuar alrededor de los casos de la forma más rápida”, el epidemiólogo ha apuntado que han sido 249 los diagnosticados con fecha de inicio de síntomas en los últimos 7 días, al tiempo en que ha señalado que, en ese interés de “identificar los casos sospechosos para hacer las pruebas diagnósticas”, durante la última semana se han identificado 57.372 casos sospechosos: 32.954 en atención primaria y 24.428 en atención hospitalaria. “Es una muy buena cifra de sospecha, sobre todo en el periodo en que estamos y valorando el momento en que estamos de la epidemia en el que ya los casos sospechosos van bajando porque cada vez hay menos personas con sintomatología compatible”, ha dicho.

En este sentido, ha dejado claro que “los datos son buenos”, al tiempo en que ha señalado que “se han incrementado en 2 o 3 puntos porcentuales el número de todos esos casos sospechosos a los que se les hace una PCR. En atención primaria se ha conseguido hacer al 86% de los 32.900 y en atención hospitalaria al 90%”, lo que ha valorado como “una cifra muy buena”.

Además, analizando la transmisión a partir de esos casos hacia sus contactos, ha añadido que “lo cierto es que progresivamente se está viendo que, ya sea por las medidas de prevención que tienen tanto los casos como los contactos, solamente un 8% han desarrollado sintomatología”. Ese 8%, ha añadido, corresponde a 94 contactos que “han generado síntomas de coronavirus siendo contactos estrechos de personas identificadas como casos”.

Todo ello, ha dicho, “demuestra que estamos teniendo una muy buena capacidad de detección”, ha dicho, añadiendo que además, el tiempo “desde el inicio de síntomas hasta la primera consulta, en los últimos 7 días, ha sido de un promedio de un día”. Además, desde el inicio de síntomas hasta que se realiza el diagnóstico, el promedio es de dos, lo que refleja, según ha recalcado, es que el sistema de vigilancia implantado en España “permite reaccionar realmente rápido”.

Además, ha indicado, “en la semana anterior se hicieron 314.737 PCR”, un volumen que se mantiene de forma similar “incluso en un periodo de menor transmisión”. “Llevamos más de 2,5 millones de PCR; casi 54 PCR por cada mil habitantes” ha dicho, aseverando que ello nos pone en situación de afirmar que “estamos más o menos controlando la epidemia”.

Por otro lado, cuestionado por los periodistas al respecto de la desescalada, tras conocerse que el 52% de la población de la población española discurrirá a partir del lunes por fase 3, mientras un 45% lo hará en la fase 2, y preguntado concretamente al respecto de si en estos días se ha detectado un volumen de gente demasiado alto para la fase en que se encuentran y si se están respetando las medidas decretadas, Simón ha revelado: “Yo apenas salgo a la calle, con lo cual es difícil que yo tenga una percepción personal de qué es lo que está pasando. Lo más que puedo es hablar de los comentarios a mi alrededor. Yo por lo poquito que veo, --porque además mi confinamiento va a durar un poco más, porque apenas puedo caminar por la calle--, sí que parece que haya más gente para las fases en que algunas comunidades están, pero al mismo tiempo da la sensación de que la gente es muy consciente de la situación. No todos. Hay grupos que no respetan todas las medidas, pero creo que la mayor parte de la población respeta en general las distancias. Sí que hay todavía una percepción suficiente del riesgo para que las medidas no se relajen demasiado”, ha dicho.

Del mismo modo, al término de su análisis sobre la situación epidemiológica, los periodistas han preguntado a Fernando Simón al respecto del uso de las mascarillas en la nueva normalidad y hasta cuándo se extenderá para los casos en los que está dispuesto, es decir, para el transporte público y para todas las situaciones, sea en espacio o sea en la vía pública, en que no se pueda mantener la distancia mínima de seguridad de 2 metros. Su respuesta ha sido clara al inferir que "la intención es que la obligatoriedad tal cual está ahora se mantenga por lo menos hasta ver si hay nuevas olas a partir del otoño que viene o no".

De este modo, las mascarillas nos acompañarían durante todo el verano, pero la decisión final que se adopte será publicada en próximos decretos. "Veremos cómo queda la versión final, que no depende solo de un ministerio, sino de muchos", ha precisado el epidemiólogo, explicando que como la norma tendrá validez cuando haya terminado el estado de alarma, se tiene que consensuar con muchos organismos e instituciones.