El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha comparecido como cada día en Moncloa para dar cuenta de la evolución de la epidemia del coronavirus en España, que este miércoles deja 167 nuevos casos diagnosticados, prácticamente el doble de los registrados en el balance anterior (84), mientras que en los últimos 7 días los casos que han iniciado síntomas se elevan a 235.
Respecto a los fallecidos, “con fecha de defunción en los últimos 7 días tenemos un total de 40 casos”, mientras la cifra total, ha explicado el epidemiólogo, permanece “congelada”, con 27.136 decesos, a la espera de que las comunidades autónomas revisen, corrijan y actualicen los datos para que el Ministerio pueda proporcionar “información sólida”. “Lo tendremos los próximos días y se dará cumplida información sobre los totales de fallecidos a lo largo de toda la epidemia”, ha asegurado, añadiendo que, no obstante, se sabe que “desde el día 11 de mayo ha habido reducción progresiva en el número de fallecidos desde los 95 o 100 que teníamos diariamente a los dos, tres, cinco… que se están notificando, siempre por debajo de 10 en los últimos 3 días”, ha destacado, explicando que España está “en una situación bastante favorable” en lo que respecta a la evolución de la epidemia, también en lo relativo a los decesos.
“Ahora mismo estamos en una situación y una evolución de la epidemia muy favorable. Los casos van disminuyendo; los riesgos en muchas comunidades autónomas ahora mismo son muy bajos. Hay varias comunidades que notifican menos de dos-tres casos en los últimos 7 días. De hecho, en los últimos siete días tenemos 10 comunidades con 3 o menos casos notificados con fecha inicio síntomas últimos 7 días. Implica que es una evolución muy buena”, ha aseverado, pasando a añadir, no obstante, que se debe “mantener la tensión” y “tener mucho cuidado” porque “se están detectando pequeños brotes localizados en zonas concretas, que podemos controlar, pero que podrían, si no se controlan correctamente y los contactos no aplican la cuarentena necesaria, dar lugar de nuevo a una transmisión comunitaria”.
En este sentido, Fernando Simón ha querido hacer una pausa para referirse específicamente a nuestro país vecino, Portugal, que, si bien durante toda la crisis ha seguido “una evolución muy buena”, en los últimos días, sin embargo, “han incrementado los casos más de lo deseable”. Concretamente, ayer se detectaron 421, la cifra más alta de contagios diarios en un mes en este país, siendo alrededor de 380 los que se produjeron en zonas alrededor de Lisboa “en un brote en principio controlado” y que, ha puntualizado, no se debe asociar exclusivamente a la apertura de escuelas en la nación.
Dejando claro que también allí “se están haciendo todos los trabajos y esfuerzos para detectar todos los casos posibles”, sostiene que “esto nos tiene que poner en estado de guardia para la detección precoz de cualquier brote que se pueda producir, como hemos tenido en varios sitios”. Unos brotes, que, ha dicho, “en principio están controlados”.
En este sentido, se ha referido al caso del hospital de Basurto, en Vizcaya, donde “hay un brote con alrededor de 25 casos”, asegurando no obstante que “se ha hecho un buen estudio de contactos” y “había 80 casos en seguimiento”. En este sentido, ha precisado, “si no aparecen casos fuera de ese grupo” el brote estaría “controlado”, si bien, ha matizado, “no podríamos decirlo inmediatamente”. Por eso, ha pedido “esperar un par de semanas” para poder valorar, dados los periodos de incubación del virus, si ha habido "transmisión comunitaria".
Por otro lado, y al hilo de los posibles brotes en España y la necesidad de controlarlos de forma precoz, Fernando Simón ha señalado que “el otro caballo de batalla que tendremos son los casos importados, a los que estaremos más expuestos a medida que se abran las fronteras”.
En este sentido, ha detallado, en los últimos 7 días en España, --pese a que aún no se han abierto las fronteras en el espacio Schengen y no se ha producido la apertura al turismo extranjero prevista para el 1 de julio--, son 24 los casos importados que se han detectado, al tiempo en que, desde el 11 de mayo, momento en que se instaló el nuevo sistema de vigilancia, se han registrado 96.
A este respecto, Simón ha recordado que pese al cierre siguen llegando extranjeros a nuestro país por causas de fuerza mayor, por trabajo o por tener residencia aquí.
Advirtiendo de la necesidad de multiplicar la atención una vez se establezca una libertad plena de movilidad, también desde el extranjero, Simón ha señalado que “Todas las comunidades autónomas van a tener que hacer un esfuerzo para controlar casos en viajeros y posibles contactos que tengan en nuestro territorio”. “Las estrategias de control van a ir trasladando su foco. El control local y comunitario y al control de los viajeros. Son esfuerzos que tendremos que ir haciendo en los próximos días y semanas hasta que tengamos a nivel global un control de la epidemia”, ha dicho.
Por otro lado, cuestionado por los periodistas en la tradicional ronda de preguntas al respecto, precisamente, sobre las distintas medidas de control que se prevén, Fernando Simón ha sido conciso al dejar claro que Sanidad exterior “está haciendo un trabajo enorme para reducir los riesgos respecto a la movilidad internacional” y está “reforzando los servicios” para que esté todo preparado para la apertura de las fronteras. “En todo caso todavía tenemos margen. Si no me equivoco hasta dentro de 10 días no se van a abrir fronteras Schengen, y las fronteras con el extranjero no se abrirán hasta el 1 julio”, ha recordado, indicando que, de momento, y hasta entonces, la mayoría de los visitantes que recibe España proceden de EEUU y América Latina.
En este sentido, tras destacar que “se está haciendo un trabajo estupendo para poder realizar las acciones necesarias en puertos y aeropuertos”, al ser cuestionado específicamente por medidas como la toma de temperaturas, el epidemiólogo ha sido tajante: “La toma de temperatura no es la panacea para nada. Tiene más impacto psicológico e impacto desde el punto de vista de las precauciones que un pasajero va a tomar que desde el punto de vista de la detección. Se pueden detectar algunos, pero tenemos que tener muy claro que no va a ser la solución. La solución va a ser el seguimiento, la responsabilidad del pasajero y la responsabilidad de los touroperadores de identificar a las personas enfermas y que se haga un seguimiento adecuado de ellos y sus contactos”, ha subrayado.
Por otro lado, ha apuntado que, “aunque entre las acciones que se plantean se ha hablado de exigir pruebas”, tampoco la realización indiscriminada de PCR “tiene un impacto o interés especial” desde el punto de vista de que “una prueba negativa en una persona un día no implica que al día siguiente pueda ser positivo”. “No debemos sobrevalorar las pruebas indiscriminadas”, ha dicho, afirmando que “tenemos que tener mucho cuidado a la hora de evaluar los test”, señalando que “los valores predictivos cambian según la incidencia”.