Más de 530.000 fallecidos y 11 millones de contagios en todo el mundo. Ese es el último balance provisional que deja la pandemia del coronavirus desde que fue declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace seis meses. Y aún no se ve el límite para que estas cifras sigan creciendo. Dos expertos epidemiólogos, Stephen Morse, de la Escuela de Salud Pública Mailman de la Universidad de Columbia, y Amesh Adalja, del Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins, han vaticinado en 'Science Alert' qué rumbo puede tomar la pandemia en los próximos seis meses.
Morse se muestra sorprendido por lo "desorganizada" que es la respuesta "seis meses después, aunque exhibe optimismo respecto a la vacuna, que calcula que podría estar lista "para el 30 de diciembre de 2020". Adalja coincide con las predicciones de Morse y cree que para entonces "tendremos una idea de la eficacia y seguridad de la vacuna".
La OMS indicó el pasado viernes que en el mundo hay 17 candidatas a vacuna que ya se están probando en ensayos clínicos con humanos. No obstante, la Organización Mundial de la Salud se ha mostrado muy cauta y aseguró que ninguna está lo suficientemente avanzada como para saber cuándo podría empezar a producirse de forma eficaz y segura. Por su parte, el doctor Anthony Fauci, la máxima autoridad sanitaria en la Casa Blanca de EE UU, indicaba el pasado 23 de junio que era "cautelosamente optimista" respecto a la vacuna contra la Covid, y vaticinó que podría estar disponible para los estadounidenses hacia "finales de este año y principios de 2021".
Adalja cree que lo más probable es que las primeras dosis de la vacuna no vayan a parar a la ciudadanía en general y primero estén a disposición de las personas de mayor riesgo de contagio, así como de los sanitarios.
La capacidad de realizar test para detectar la COVID-19 es clave para conocer el alcance real de la pandemia y poder frenar la expansión del virus. Sin embargo, no ha sido homegénea en todos los países, tal y como apuntan Morse y Adalja. "Nuestra capacidad de diagnóstico sigue siendo un desastre. Espero ver que mejore en los próximos seis meses, y tal vez incluso podamos tener una idea de la incidencia real y la propagación comunitaria del virus", sostiene Morse.
Los dos expertos consideran que el número real de contagios es muchísimo más alto de lo que muestran los recuentos oficiales, por lo que incluso se podría ampliar la capacidad de test buscando la manera de realizarlos desde casa. "Los test rápidos en casa estarían bien, pero no sé cuándo tendremos eso", opina Morse.
De momento no hay un único tratamiento para curar el coronavirus o sus múltiples síntomas, si bien algunos han arrojado resultados esperanzadores, como el antiviral remdesivir (del que EE UU ha comprado prácticamente todas sus existencias) o la dexametasona. Los expertos creen que ese es el camino a seguir para atenuar la mortalidad del virus mientras no haya una vacuna. "Ahora hay más herramientas para lidiar con el coronavirus que las que tuvimos en los primeros días de la pandemia", indica Adalja.
A pesar de que en muchos lugares de EE UU han tenido que dar marcha atrás en la reapertura de locales por el aumento exponencial de los casos, los expertos descartan que se vaya a volver a confinar a la población como se ha hecho hasta ahora. "Probablemente haya pocas ganas de encerrarse, tanto por parte de la ciudadanía como por los líderes políticos", sostiene Morse.
En este punto, Adalja resalte que lo más probable es que las restricciones para controlar el virus sean más personalizadas. Algo similar está ocurriendo ya en España, donde este fin de semana se ha anunciado el confinamiento perimetral de dos comarcas con rebrotes: El Segrià, en Lleida, y A Mariña, en Lugo.
"Los cierres generalizados que tuvieron lugar en marzo y abril fueron el resultado de que no teníamos ni idea de quién estaba infectado, y los gobernadores no vieron otra salida, excepto una medida contundente", ha explicado Adalja. La situación es diferente ahora: "Tenemos una idea de qué actividades están impulsando las infecciones para poder usar un enfoque más táctico y quirúrgico para cerrar lugares".
"Independientemente de lo que haga el virus, me pregunto si podremos mantener algún interés durante otros seis meses", ha indicado Morse. Para este experto, "mantener las precauciones que tenemos ahora, como el distanciamiento social, las mascarillas, la higiene de las manos, reducirá considerablemente la transmisión, pero con el tiempo es fácil descuidarse", advierte.
Para Adalja, otro desafío importante de cara al año que viene será asegurarse de que la vacuna llegue a toda la ciudadanía. "Si hay una vacuna para 2021, será fundamental distribuirla y obtener la mayor cantidad de vacunas", ha apostillado.