Las autoridades sanitarias necesitan conocer las verdaderas dimensiones de la epidemia del nuevo coronavirus en España y conocer cuál es el estado inmunológico de la población en relación con el virus, así como monitorizar de forma dinámica la evolución de la infección entre la población -especialmente la aparición de nuevas infecciones por transmisión comunitaria-. Esta información es imprescindible para orientar las medidas de salud pública futuras relacionadas con el control del SARS-CoV-2 (causante del COVID-19). ¿Cuánto nos quedará de libertad cuando todo pase?
Sanidad, para cumplir estos dos objetivos, llevará a cabo un "amplio estudio sero-epidemiológico que proporcione estimaciones de prevalencia de infección presente o pasada con suficiente precisión como para tener datos a nivel provincial, que, además, permitirá disponer de información continua sobre la evolución de la epidemia -aún en curso-", señala un documento filtrado por la Cadena Ser con la propuesta del diseño para llevar a cabo la encuesta de infección.
El ministerio tiene previsto estudiar una cohorte de un mínimo de 62 400 personas, lo que corresponde a alrededor de 30 000 hogares -formada a partir de personas no institucionalizadas-, para proporcionar datos representativos a nivel nacional, autonómico y provincial. Se incluirá en el estudio a todos los miembros del hogar para tener participantes de todas las edades y se volverá a los hogares cada 21 días para medir de nuevo durante todo el tiempo que se considere necesario la vigilancia.
Estas personas serán sometidas a un test rápido de anticuerpos para conocer si están infectadas, o si lo han estado. Este tipo de test se emplea cuando una población está pasando el pico de la curva de la epidemia. Sin embargo, pueden dar falsos negativos, por lo que, en caso de dar negativo, se llevarán a cabo los test PCR, Reacción en Cadena de la Polimerasa en sus siglas en inglés. Estos test tienen una fiabilidad del 95% para conocer los positivos y se tarda en conocer los resultados 4 horas aproximadamente.
El estudio serviría para explicar el nivel de vulnerabilidad de la población española frente a una supuesta y posible reexpansión de la enfermedad ante un ‘suavizamiento’ de las medidas de control –confinamiento-, aunque también de cara a una posible reintroducción del coronavirus si se acabase con la onda epidémica.
El objetivo es realizar un muestreo en los hogares que no han tenido acceso a los test diagnóstico, que, de acuerdo a los datos del ministerio, podrían suponer más del 80% de los afectados por el virus, según el documento. El INE, Instituto Nacional de Estadística, será el encargado de realizar el muestreo junto a las autoridades sanitarias. Llevarán a cabo la selección de los hogares con las personas a analizar.
La difusión del virus no ha sido homogénea -elementos con características comunes- a lo largo de la geografía española, según el documento. El proceso de levantar las medidas de confinamiento, por lo tanto, no se haría al mismo tiempo en todas las comunidades, ni en todas partes. Además, se reconoce que las medidas recomendadas por la OMS no han resultado tan eficaces como se esperaba.
Una de las principales limitaciones del sistema de vigilancia actual de es que sólo recoge la información sobre casos confirmados microbiológicamente. La evolución, casi explosiva, de la epidemia y la limitada capacidad para realizar test diagnósticos PCR, han hecho que las determinaciones de infección de coronavirus se hayan restringido a personas con formas graves de afectación, a personal sanitario y otro personal considerado como esencial en esta epidemia, e incluso que se haya dejado de realizar la prueba a los enfermos con cuadros clínicos característicos de la infección.
Los test no los realizarán personal sanitario, en principio, ya que la prueba consiste en un pinchazo en el dedo, algo que simplifica el procedimiento. Solo se recurrirá a los sanitarios en caso de necesitar la extracción de sangre para el muestreo.
Las comunidades autónomas deberán aportar equipos de campo para visitar unos 10 hogares al día -en condiciones normales-. Para tomar la mitad de la muestra requerida (15 000 hogares de 30 000) se necesitarían 500 equipos para llevar a cabo el trabajo en una semana laborable.
La participación de las personas en la muestra será voluntaria, pero, según el documento, se prevé una 'altísima' tasa de colaboración ante el alto grado de incertidumbre sobre la enfermedad. El cuestionario podría completarse a través de una aplicación web en tablets. Las personas deberán facilitar el documento con su participación voluntaria y los menores deberán incluir el consentimiento adaptado, todo con el fin de comprender el estudio.