El cóctel explosivo del estrés posvacacional y el miedo al coronavirus son un reto para nuestro cerebro
Miles de personas están desarrollando ahora trastornos mentales
Este año a las personas les cuesta más de lo normal volver a la rutina
Las mujeres y los universitarios, los más afectados por estrés
La pandemia por coronavirus de los ciudadanos. La covid-19 ha acabado con la vida de más de 29.000 personas en nuestro país donde ya hay más de 480.000 casos confirmados. Las cifras suben cada día y, según ratifican los psicólogos, miles de personas están desarrollando ahora trastornos mentales de diverso tipo debido a la realidad confusa y nueva que deben afrontar.
Las vacaciones son el periodo de relajación y tiempo libre idóneo para desconectar de la vida habitual. Ordinariamente, la vuelta al trabajo y a la rutina puede crear el llamado estrés posvacacional que se manifiesta como un malestar físico y emocional a la hora de volver a las obligaciones diarias tras el descanso estival. Actualmente, este cuadro tan clásico se ha visto agravado debido a la angustia que provoca la nueva normalidad y el contexto de pandemia en el que nos encontramos.
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Además en este año, que ha sido uno de los más atípicos, muchas personas no han podido disfrutar de un periodo de vacaciones tradicional, como hacían otros años y otros muchos, han tenido que reducir esos días de ocio o no han logrado desconectar del todo de la nueva realidad.
El miedo a los contagios, la fragilidad emocional debido a empleos envueltos en la incertidumbre económica, la tensión y la angustia de no saber qué pasará con los hijos en su vuelta al cole, son solo algunos de los problemas que las personas deben afrontar. Rocío Rodríguez-Rey, profesora de Psicología de la Universidad Pontificia Comillas, aporta su visión y consejos para conseguir que la incorporación sea lo más apacible posible.
Sintomas del estrés posvacacional sumados a la pandemia y cómo reducirlos
Rodríguez-Rey afirma que, en primer lugar, hay que destacar la normalidad de sufrir este tipo de estrés y no tratarlo como una patología: "Dejamos de hacer algo que nos gusta para volver a la rutina y esto no es fácil. Es algo que nos pasa a todos".
A pesar de esto, la profesora indica que este año han notado que, en general, a las personas les cuesta más de lo normal volver a la rutina: "Esto se produce porque no estamos volviendo a lo mismo de siempre, es una realidad distinta". Esta situación se acentúa con la incertidumbre en la que vivimos y puede generar una mayor ansiedad de la provocada por el ya conocido estrés posvacacional: "Sabemos cual es el escenario hoy, pero no dentro de una semana".
También se pone de manifiesto que, el estrés por la pandemia, es mayor que el 'estrés posvacacional' aunque ahora los relacionemos: "El estrés posvacacional es algo a lo que estamos habituados, mientras que esta situación que estamos viviendo se sale de normal, es muy dramática y no creo que sea comparable", sentencia.
Los síntomas más destacados del estrés posvacacional sumado a esta incertidumbre provocada por la pandemia son varios, aunque la experta afirma que a cada persona no le puede afectar por igual:
- Agotamiento tanto físico como mental.
- Dificultad para concentrarse.
- Tristeza.
- Pesimismo, ver el futuro de forma no esperanzadora.
- Desgana a la hora de hacer cosas que antes disfrutabas haciendo.
- Nerviosismo.
- Dificultades para dormir.
- Abandonar habitos saludables: no llevar a cabo una buena alimentación o aumentar el consumo de alcohol.
Rodríguez-Rey afirma que es normal sentir miedo ante la incertidumbre que nos provoca la situación económica, sanitaria y social: "Ahora mismo pedirnos vivir sin miedo es pedirnos demasiado". Reitera, además, la importancia de normalizar ciertas reacciones ante esta nueva normalidad. Aunque, como manifiesta la experta "no hay formulas mágicas", si se pueden seguir algunas recomendaciones para aliviar esta ansiedad:
- No autoexigirnos: "No tratar de hacer todos lo importante o lo que más te cueste", explica.
- No planificar a largo plazo, establecer objetivos a días o semanas.
- Plantearse horarios y cuidar los descansos: "Hay que desconectar digitalmente, no por el hecho de estar en casa debemos contestar correos fuera de nuestro horario laboral", comenta.
- Hacer actividades agradables.
- Mantener el contacto social, aunque siempre teniendo en cuenta las medidas sanitarias.
- Hacer actividad física de forma continuada.
- Hablar de otras cosas que no sean la pandemia o los problemas que nos acarrean.
- Cuidar la sobreinformación: "Cuando hay mucha incertidumbre tendemos a buscar información; esto no ayuda, aumenta la ansiedad", certifica.
- Pedir ayuda si pensamos que lo necesitamos.
Las mujeres y los universitarios, los más afectados por estrés
Rocío Rodríguez-Rey junto con Helena Garrido-Hernansaiz, del centro Universitario Cardenal Cisneros en Alcalá de Henares, y Silvia Collado, profesora de la Universidad de Zaragoza publicaron un estudio llamado "Impacto psicológico y factores asociados durante la etapa inicial de la pandemia de Coronavirus (COVID-19) entre la población general en España", en el que abordan cómo se encontraban los españoles psicológicamente durante el confinamiento.
Rodríguez-Rey explica que las mujeres son siempre el grupo más afectado en varios estudios psicológicos: "Nos hemos encontrado que las mujeres estaban peor que los varones en ansiedad y depresión". Además, este estudio, en el que participaron más de 3.000 personas de España y mayores de edad, demostró que una de cada cuatro personas manifestaba ansiedad y casi uno de cada dos, depresión y estrés, cifras muy superiores a las normales, según califica la experta.
Según un estudio de Rodríguez-Rey junto con Nereida Bueno, también profesora de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas, las profesiones más afectadas psicológicamente por la pandemia son: sanitarios, periodistas y personal de supermercados. Este estudio, en el que se han recogido datos de unos 500 profesionales hace visible el problema en la vuelta al trabajo, que se puede traducir en un aumento de bajas por depresión: "Si tenemos casi una de cada dos personas con síntomas compatibles, es esperable. No sé si tanto como baja, pero sí que el sistema de salud mental debe estar preparado para acoger ese aumento de demanda", sostiene la profesora.
Por otro lado, en el estudio mencionado, el grupo de edad más afectado por el estrés eran los que se encontraban en etapas universitarias. Actualmente, también se da este problema debido a la incertidumbre en las medidas que se llevarán a cabo en los centros universitarios para aplanar la crisis del coronavirus: "Es algo que les puede agobiar, en ese sentido es importante que estemos muy comprometidos con el respeto a las medidas sanitarias", enuncia la experta.
Los padres con hijos en etapa escolar, también están sufriendo -incluso de forma más acentuada- los estragos de la pandemia. Rodríguez-Rey en este sentido afirma que "tienen que organizarse cuando no saben esa organización cuanto tiempo va a durar", siendo esto un gran problema que genera mucha ansiedad en los padres, que también se transmite a los hijos.
Como afirma la experta, debemos ir introduciéndonos progresivamente en la rutina y evitar 'intoxicarnos' con excesiva información. Pero, sin duda, el consejo más importante es que si los síntomas del síndrome posvacacional o de la ansiedad por la pandemia se alargan en el tiempo y afectan al desarrollo de nuestra vida, se aconseja buscar ayuda psicológica profesional. Algunas empresas ya apuestan por programas de fortalecimiento psicológico para cubrir este aspecto.