El sueño de bailar en una compañía china se convierte en pesadilla cuando estás atrapada a miles de km de casa. Y más cuando una ve que a todos sus compañeros les cancelan los vuelos. Laura vive a 700 km de Wuhan, pero en su ciudad también han cortado las carreteras y aunque todavía no está cerrado el espacio aéreo no puede llegar al aeropuerto más cercano. Tampoco se puede conseguir dinero con lo bancos cerrados.
"Mi preocupación es a la hora de volver a casa, porque estoy viendo que todos mis compañeros que están intentando salir, les están cancelando los vuelos", ha explicado la joven. Además, no puede llegar de ninguna manera al aeropuerto más cercano, "no puedo ir de ninguna manera a no ser que sea en taxi, pero debido a la afluencia están cobrando en negro y han triplicado su precio".
Sólo el supermercado abre unas horas y la histeria provoca que todo lo hay en ellos desaparezca. La gente sigue encerrada en sus casas. Las calles están silenciosas. Laura pide ayuda para escapar de esta ciudad fantasma.
Hay una megafonía en Chino, "que nos dice que nos pongamos las mascarillas, pero están agotadas por lo que reutilizamos las que ya tenemos, aunque sabemos que no sirve de nada", ha concluido la joven.