La cultura china de obedecer y callar frenó al coronavirus
Los chinos iniciaron la cuarentena en España antes que nadie
La disciplina de la sociedad china ha sido vital
Los confinamientos han sido muy duros, con gente vigilada en sus casas
España ha superado a China en cuanto a fallecimientos por coronavirus El pico de la epidemia aún no se ha alcanzado en nuestro país: el número de contagios y de muertes está haciendo saltar todas las alarmas. Ante estos datos, muchos se preguntan ¿Cómo ha podido pasar esto? El SARS-CoV-2 tuvo origen en Wuhan, China, y desde entonces, su propagación se ha acelerado más de lo esperado por Europa y el mundo. China ya sacó los colores a Italia que lo estaba haciendo mal y sus datos han mejorado tras endurecer el aislamiento.
Los chinos iniciaron la cuarentena en España antes que nadie
MÁS
Sanidad ha confirmado este miércoles que el número de fallecidos asciende por encima de los 3 400, después de que se registraran 738 muertes en las últimas 24 horas. La región más afectada es la Comunidad de Madrid, que registra el 53% de muertes por coronavirus en todo el país. En Madrid, hace ya varias semanas, fueron los ciudadanos chinos los que, por voluntad propia, comenzaron a hacer la cuarentena por su cuenta, ya que muchos señalaban a que las medidas que implantaba su país eran más estrictas que las que se estaban dando en España. Los bazares y las tiendas de alimentación echaron el candado.
La delegación de nueve expertos Chinos que se encuentra en Italia para cooperar en la lucha contra el coronavirus ya lo indicó, se están haciendo mal las cosas: las medidas deben ser más restrictivas para lograr que toda la gente se quede en casa –de esta manera se frenaría con mayor efectividad la propagación del virus–. Bill Gates se ha sumado a las críticas en EEUU: o más restricción o nos costará vencer al coronavirus. Italia, hasta hace unos días, dejaba practicar deporte por las calles. Las muertes en el país vecino ya superan las 6 000. España quiere tomar nota y evitar ser el país más golpeado por este virus.
El equipo de expertos del gobierno chino llegó a Italia el pasado 13 de marzo. Se trata del equipo de investigadores y médicos que combatió la enfermedad en Wuhan, foco del brote. Yang Huichuan, responsable del equipo de investigadores y vicepresidente de la Cruz Roja de China, señaló el 19 de marzo, a través de una comparecencia en Milán, cuatro errores que se deben corregir cuanto antes: hay demasiada gente en la calle, no se ha cerrado el transporte público, no se ha restringido la circulación de vehículos al máximo y no se ha parado toda la actividad económica para guardar cuarentena. Hay demasiada gente todavía trabajando.
China vivió los días que hoy vive Europa. Las imágenes de los ciudadanos de Wuhan en sus balcones dándose ánimo no dista para nada de las imágenes que se pueden ver en España e Italia. Sin embargo, el Gobierno chino, ante la dureza de la situación, actuó de manera más severa en otras cuestiones: cerró fábricas y la producción se reanudó de manera más ordenada.
El gigante asiático registró hace una semana su primer día sin ningún caso a nivel local, aunque sí registró positivos por Covid-19 importados del extranjero. China está superando el coronavirus y, de ser el país que desencadenó todo, ahora es el referente para salir de la pandemia. Con más de 80 000 casos, han registrado 3 200 fallecimientos. España, con más de 47 000 infectados, ya supera los 3 400 fallecidos. China, en el inicio de la epidemia, pasó de 44 casos a 3.000 en 20 días y a 35.000, en un mes.
“China ha cambiado el curso del brote del coronavirus dentro del país. Lo que era un rápido crecimiento, se estabilizó y ha comenzado a bajar más rápido de lo que uno puede esperar si hubiéramos estado observando las dinámicas naturales de este tipo de casos. Se han prevenido miles de casos en China gracias a la intervención agresiva. Lo que han hecho ha sido encontrar los casos, aislarlos y restringir sus movimientos”, señalaba este martes Bruce Aylward, jefe de la misión de expertos de la OMS y China. Este epidemiólogo asegura no haber visto algo igual nunca en sus 30 años de carrera.
Escasa previsión en Europa
Otra de las causas puede ser la transmisión indocumentada, las personas que lo han podido tener, lo han propagado, y ni siquiera lo han sabido. Un estudio publicado en la revista Science señala que estas infecciones indocumentadas “a menudo experimentan síntomas leves, limitados o nulos y, por lo tanto, no se reconocen. Dependiendo del número de personas infectadas y su grado de contagio, la propagación puede ser mucho mayor en la población. Algo que ha podido ocurrir en España.
"Es importante que la gente que presente algún sintoma lleve mascarilla (aunque el caso sea leve y pensemos que es un catarro). Yo creo que la gente que se pone mala es la punta del iceberg. Hay mucha gente que estoy convencido que lo ha pasado como un catarro normal y ni se ha enterado. Entonces han propagado el virus a otros", señala a Informativos Telecinco el doctor Luis Inglada, experto en Medicina Interna de Valladolid.
El estudio señala que en China, el número de viajes antes de que se decretara la alerta sanitaria era gigantesco entre 375 ciudades del país asiático. El 86% de todas las infecciones estaban sin detectar antes del cierre de los viajes a Wuhan.
Construcción de hospitales en 10 días
Otro hecho que sorprendió en cuanto a la dirección de China fue la construcción de hospitales en 10 días El gobierno señaló que no dejaría ningún paciente sin atender: medicalizó gimnasios, centros culturales y otras infraestructuras. España no ha levantado hospitales pero sí está medicalizando hoteles –un mes y medio después de que lo hiciera China–.
China: población joven
Tal y como comentó Iván Area, profesor de la Universidad de Vigo, a Informativos Telecinco, la población china es bastante más joven que la población española. Este también podría ser otro de los motivos por los que se registran más muertes en nuestro país, pese a que China es un país mucho más grande.
Uso de la tecnología en las calles para frenar la propagación del virus
El uso de la tecnología también ha sido vital en China. España trata de comprar mascarillas y test rápidos en un mercado al que acuden todos los países afectados, una tarea más que complicada. Sin embargo, el país asiático, recurrió a otras medidas tecnológicas para tratar de frenar la propagación. Una de las primeras fue tomar la temperatura a la entrada de los restaurantes con termómetros infrarrojos, algo que no se ha visto en nuestro país.
Además, el gobierno chino utilizó los datos de ubicación de los teléfonos móviles de los ciudadanos para controlar los movimientos masivos. Esta medida no se puede aplicar en Europa debido a la Ley de protección de privacidad y datos.
También se instalaron códigos QR como método para acceder a los domicilios y a los puestos de trabajo. La cuarentena se realizó con la amenaza de una dictadura en la mente de los ciudadanos. España es una democracia y ha impuesto un estado de alarma y multas para quien se lo salta, pero en China agentes armas imponían el miedo.
“La naturaleza novedosa y nuestra comprensión en constante evolución de este coronavirus exige una agilidad tremenda en nuestra capacidad para adaptarnos rápidamente y cambiar nuestra preparación y planificación de respuesta como se ha hecho continuamente en China. Esta es una hazaña extraordinaria para un país de 1.400 millones de personas", señala uno de los últimos informes de la OMS. Y eso hay que reconocerlo. La capacidad de los chinos de adaptarse a lo más duro, de disciplina y la costumbre de obedecer y callar esta vez les ha ayudado, aunque nunca sea deseable vivir en un Estado que limita la libertad.