Marc Masip, un psicólogo experto en adicción al móvil y fundador del proyecto Desconect@, es de los que piensan que la pandemia, el confinamiento de la primavera de 2020, fue una oportunidad única para pasar más tiempo en familia, para conocernos más y entendernos más entre nosotros. Pero, desgraciadamente, para la mayoría se convirtió en todo lo contrario: “Fue una desconexión de la familia total. Hemos pasado de la familia y nos hemos ido todos a la pantalla”.
No hay más que ver las nuevas dinámicas que se han creado a raíz del confinamiento, por ejemplo, en el ámbito escolar. Antes de la pandemia, mi hija estudiaba analógicamente -le comento-, no necesitaba el ordenador para nada. Lo usaba de vez en cuando, claro que sí, pero como apoyo, no como una necesidad. Ahora todo lo tiene colgado en Teams. Para ella es impensable estudiar sin el ordenador encendido.
Masip es tajante en este sentido. “Yo estoy en contra del ordenador o la tablet en el aula. Considero que distrae, que no aporta, que realmente les influyen en muchos casos negativamente y, para aprender, no es necesario (…) Durante la pandemia fue un boom lo de las clases online, que salvaron una situación única y genuina. Pero en el día a día, darles un ordenador o una tablet para que trabajen todo lo del colegio allí, es una barbaridad”.
Es, según Masip, una barbaridad porque eso acerca a los chavales más aún a la temida dependencia de la pantalla. Lo dice un psicólogo que ha declarado la guerra a la adicción a las nuevas tecnologías. Desconect@ nació en 2012, cuando la sociedad aún no era consciente de los riesgos que supone estar enganchado al teléfono móvil durante excesivo tiempo. “La dependencia que han creado los videojuegos y las redes sociales ha superado todas la previsiones educativas y sanitarias”, dice la página web de Desconect@.
Pregunta: El panorama es bastante desolador, la adicción a las nuevas tecnologías es uno de los grandes problemas de la sociedad actual. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros, como padres, desde nuestras casas, para evitar que la bola siga creciendo?
Respuesta: Hay dos partes aquí, lo primero es la prevención y luego ya lo que no puede ser prevención que sería la intervención. Como padres, lo primero, es hacer nosotros un buen uso de las tecnologías y formarnos e informarnos de lo que son las redes sociales, de las aplicaciones, de cómo funcionan, del Tik Tok… Es decir, informarnos y formarnos para poder ayudar a nuestros hijos (…) Lo primero que tenemos que hacer es darle el móvil a nuestros hijos, como padres, cuando nosotros estemos preparados y formados. Y luego cuando ellos lo necesiten y estén preparados y formados.
P: ¿De qué edad estamos hablando?
R: Hay algo básico, que es no darles el móvil antes de los 16. ¿Porque yo hablo de los 16? Porque el cerebro no está madurativamente preparado para una herramienta de estas características y porque no lo necesitan. Una cosa que han de saber los padres es que los niños, porque tengan móvil o no, no van a tener más o menos amigos, no, no…todo lo contrario. Estamos ahora viendo que la consecuencia más grave del uso del móvil de forma abusiva es la soledad y el aislamiento (…) Mi recomendación es que el móvil, antes de los 16 años, no: Ni lo necesitan, ni tienen por qué tenerlo, ni les va a cambiar la vida por tenerlo, y no están preparados a nivel emocional como para utilizar una pantalla tan potente. Hablaríamos de móvil smartphone con conexión a Internet.
P: No sólo los chavales insisten en que lo necesitan…también los padres nos contamos esa historia a nosotros mismos para justificar que les compramos un móvil con 12 años o menos. Y es cierto que, con un teléfono móvil de los antiguos, solo con llamadas y sms bastaría…
R: Para todo lo que lo necesitan, en realidad, no hace falta un smartphone. Para lo que es necesidad pura y dura no hace falta un smartphone. Pero le damos el smartphone porque bueno, porque es lo que les gusta. Los propios chicos me lo dicen: “no lo necesitamos, pero nos gusta más”.
P: Si somos de los que llegamos tarde a esta recomendación y ya hemos dado el smartphone
R: ¿Qué pasa si ya lo hemos dado antes? Bueno, pues también toca formarnos e informarnos, también toca vigilarlos, tener el código pin de nuestro hijo, hacer una vigilancia, que sepan que nosotros estamos ahí, no para castigarle, sino para ayudarle sobre todo en situaciones que sean de riesgo. Es importante entender que cada día requiere una formación, que constantemente se requiere formación, porque las tecnologías van muy rápido, entonces igual de rápido y de potentes que van ellas pues tienes que ir tú, porque de lo contrario, pues ya me dirás. Hemos de ser conscientes de que salen cosas nuevas cada día y hay que estar al quite. ¿Qué es más fácil tener a tu hijo tumbado a la Bartola con el móvil o la tablet sin tú hacer nada? Evidentemente. ¿Es la solución? Es el principio del fin….
P: Son muchos los que hablan y escriben sobre la necesidad de hacer un buen uso de las tecnologías, pero el papel lo aguanta todo. ¿Estás notando en los últimos años una mayor conciencia social al respecto?
R: Bueno, yo ya estoy un poco harto del ‘buenismo’ de que las tecnologías han llegado para ayudarnos y de que hacer un buen uso…ya, bueno…¿y cuándo narices vamos a hacer un buen uso?, porque ya hace días que lo estamos haciendo muy mal. Decimos que haremos un buen uso, pero no lo hacemos. Entonces, en ese sentido, al final creo que debe haber leyes estatales que regulen el uso de las tecnologías desde arriba, desde las grandes empresas, y mucha información y educación, pero claro, si por otro lado les vamos dando constantemente la pantalla, pues evidentemente no ayuda (…) El problema viene más de fondo. Si al niño no le ponemos un ordenador o una tablet para estudiar, es más fácil que no caigan en todo esto.
P: Porque la tecnología viene con ese riesgo de adicción ‘de serie’…
R: No nos engañemos, existen los elementos adictivos de los propios desarrolladores para generar consumo…esto es así, no hace falta ser un Einstein.
P: ¿Dónde está la línea roja entre la dependencia del móvil y la adicción al móvil? ¿Cómo podemos saber si nuestro hijo o hija está en riesgo de adicción?
R: Yo, para hablar de señales de riesgo o señales que identifican un riesgo, hablaría de unas cosas, y luego, para adicción hablaría de otras. Señales de riesgo de una dependencia o mal uso, para mí, es si está mucho tiempo aislado en su habitación, conectado; Si utiliza mucho el aparato -como si se drogara mucho, fumara mucho o bebiera mucho-; Si lo hace en sitios o en horas inadecuadas, como por ejemplo la noche; Si hay un gasto extra de dinero; Si hay una bajada del rendimiento escolar podría ser un motivo, no el único, porque puede bajar por otras cosas; Y, sobre todo, si se enfada cuando le quito el aparato o si se le restringe el uso se pone agresivo o enfadado.
P: Entonces…si eso es riesgo de adicción ¿qué es adicción exactamente?
R: Para hablar de adicción nos hemos de centrar en el síndrome de abstinencia, que haya este mono cuando no lo puedo utilizar; Sustitución de actividades, es decir dejar de hacer algo por estar con el móvil en vez de con la persona; Y que haya una afectación en tu vida. Hay teorías que hablan de que esto se tiene que dar durante entre 6 y 12 meses y otras que dicen que no hace falta esperar tanto como para que se valide la afectación.
P: He oído a algunos padres con hijos en clara situación de riesgo decir que ya se les pasará esa dependencia cuando maduren. ¿Hasta qué punto la madurez puede ayudar?
R: Siempre nos quedamos en el “bueno…eso es normal… lo hacen todos… seguro que ya madurará y cambiará”. Y cuando viene la ola, cuando pasa, es cuando hay que hacer la intervención y cuando el tratamiento es largo es cuando vienen los lloros y los problemas y los arrepentimientos. Si lo quisiéramos hacer todos bien, tendríamos que hablar de prevención. La prevención es fundamental, ¡pero es que no hace caso ni Dios!, Si antes de que haya un problema le vamos poniendo puertas a ese problema, nos ahorraremos muchos disgustos.
P: ¿Cómo se trabaja desde centros como los de Desconect@ con las adicciones a las nuevas tecnologías?
R: Desconect@ está especializado en adicción a redes sociales, móvil y videojuegos, pero es verdad que también tratamos trastornos de alimentación, malestar general y trastorno de conducta. Entonces, es un centro de salud mental que se divide en dos servicios para la mejora y cuidado adolescente y sus familias.(…) Los resultados son extremadamente buenos. Estamos muy contentos y las familias más, que es de lo que se trata.
P: ¿Qué pronóstico tiene el tratamiento de una adicción a las nuevas tecnologías? ¿cuánto tiempo tarda un chaval en desengancharse?
R: El adicto al móvil y redes sociales, en un año, año y medio; El adicto a los videojuegos entre un año y medio y dos años y no puede volver a jugar…hay que separarlo…
P: En adicción al móvil imagino que será imposible no volver a usarlo jamás…
R: En los videojuegos es bastante factible eso, pero en el móvil y redes sociales es muy complicado. Entonces lo que buscamos es una reeducación de su uso en la vida normal, porque todo el mundo va a tener redes sociales…bueno, pues vale, que las tengan, pero que las usen bien.
P: En caso de estas adicciones, ¿podemos llevar a terapia los chicos ‘de las orejas’, o es necesario que vayan voluntariamente?
R: No, solo necesitamos que el padre quiera ir, que la madre quiera ir…no necesitamos que al niño al principio le guste venir. Es verdad que al principio no llegan muy contentos porque les vas a quitar algo que les encanta. Pero también es verdad que luego vienen voluntariamente porque somos un centro abierto, no los tenemos ‘atados’ y que funciona muy bien, vienen muy contentos porque se dan cuenta. Al final, nosotros no tratamos tanto el videojuego o el móvil en sí, porque así nos sería muy fácil eso: les coges el móvil, lo tiras por la ventana y ya está ¿no? Tratamos el malestar que hay anterior, lo que le ha hecho recurrir a esa pantalla, y así evitamos la necesidad de estar constantemente en eso. De esta forma, el propio niño es el que dice: “oye yo quiero seguir con la terapia”.
P: Para terminar Marc. Has hablado del malestar anterior…¿siempre hay malestar anterior en una adicción a las nuevas tecnologías?, ¿No puede ser simplemente fruto de las inercias, de malos hábitos sin más?
R: Sí, efectivamente no tiene por qué…es como el huevo y gallina, lo hablaba el otro día con un padre. Puede ser que haya un malestar o puede ser que no lo haya…también es verdad que todo chico tiene algo. También es verdad que un martillo se puede utiliza bien o mal. Siempre decimos que las tecnologías se pueden utilizar bien o mal, sí. Un martillo se puede usar bien o mal, pero no conocemos a nadie adicto a los martillos, ¿vale? Entonces, también hay un componente adictivo que hace que haya más uso o que se pueda caer en más uso. Y en ese sentido pues bueno, no tiene por qué haber siempre un malestar anterior.