La directora del Centro Nacional de Epidemiología y coordinadora científica del estudio de seroprevalencia del COVID-19 en España, Marina Pollán, ha sido entrevistada por Pedro Piqueras a través de una conexión con Informativos Telecinco en la que ha analizado la situación epidemiológica y ha expresado la necesidad de mantener la precaución especialmente cuando se produzca la apertura de las fronteras.
Afirmando que “obviamente” los casos importados pueden cambiar la incidencia del virus y también la estadística, María Pollán ha recordado que “la enfermedad llegó aquí de forma importada, de los países donde se generó la enfermedad”. En este sentido, asegura que “ahora mismo estamos preparados” pero “la inmunidad que tenemos en el conjunto de la población todavía es escasa” y, por tanto “tenemos que ser conscientes de que la enfermedad todavía sigue circulando de forma muy intensa en muchas partes del mundo”. “Hay que estar preparados y hay que tomar las medidas necesarias”, ha recalcado.
A este respecto, ha defendido el uso de las mascarillas en las situaciones dispuestas y ha puesto en valor que “tenemos más capacidad diagnóstica” y “conocemos mejor”. “Hemos hecho un esfuerzo muy grande, estamos tomando los pasos poco a poco y esperemos que la situación se controle y que no volvamos a ver una epidemia tan intensa como la primera oleada que acabamos de vivir”, ha manifestado.
Por otro lado, cuestionada al respecto de la citada inmunidad y cuánto tiempo dura en cada individuo, la directora del Centro Nacional de Epidemiología ha asegurado que todavía “no tenemos respuestas” a pesar del interés de toda la comunidad científica. “Nuestro estudio lleva muy poquito tiempo. De momento podemos comprobar que las cifras de prevalencias se confirman en la segunda oleada (un 5,2% ha generado inmunidad en España), pero tengo que comentar que hay estudios en series de pacientes que son bastante limitados, porque se refieren a números pequeños de pacientes, de 20, 30, unos centenares en alguno de los casos… que los siguen un poquito más de tiempo y parece que los anticuerpos siguen. Teniendo en cuenta la experiencia de lo que sabemos de otros virus similares como el SARS-CoV-1 parece que podría durar. Eso es lo que creen los expertos, pero es algo que hay que confirmar porque esto es una enfermedad nueva”, ha dicho.
Más allá, ha manifestado que “tampoco se sabe” si la carga viral de los asintomáticos es tan contagiosa como la de los enfermos graves. “Hay estudios que afirman que la carga viral, la capacidad de contagiar, sería mayor en aquellos pacientes que han tenido síntomas más graves, enfermedad más intensa… y hay estudios que no encuentran diferencia, y todos ellos son limitados. Entonces es una pregunta que todavía, de momento, no tiene respuesta. Desde punto de vista salud pública lo que debemos hacer es considerar que los asintomáticos son también contagiosos y por tanto tomar las mismas medidas”, ha dicho.
Por último, al ser preguntada por ello, María Pollán se ha referido a los test masivos que se han hecho en localidades como Torrejón de Ardoz, en Madrid, cuyos resultados refieren que el 20% de las personas a las que se les ha realizado las pruebas tienen anticuerpos. “No conozco muy bien las características técnicas de los test que se están aplicando masivamente en Torrejón y por tanto no creo que esté capacitada para opinar. Hay que tener en cuenta que los test rápidos son muy variados y tienen una calidad diferente que hay que testar. Nosotros elegimos un test después de que el Centro Nacional de Microbiología hiciese un estudio de fiabilidad para saber hasta cuándo podíamos fiarnos de ese test, y otra característica que hay que tener en cuenta con ellos es que a veces miden dos tipos de anticuerpos: la IgM que es un anticuerpo que en otras enfermedades es la primera defensa que aparece, por decirlo en términos coloquiales, y otra banda representa la IgG, que son los anticuerpos que llegan un poco más tarde y duran más. Nosotros hemos comprobado en el estudio que la banda de IgM tiene dificultades para leerla y es muy heterogénea. Por tanto, decidimos limitarnos a la lectura de IgG. Eso explica en parte que en nuestra estimación sea un poco más baja, pero no explicaría para nada una diferencia entre 11,4% que encontramos en el conjunto de Madrid y un 20% que encuentran ellos, pero es una razón que habría que considerar”, ha sentenciado.