El coronavirus también saca a la luz comportamientos egoístas de los ciudadanos: "Actúan por miedo"
Muchos vecinos piden a trabajadores que abandonen sus edificios
Una situación extrema saca lo mejor y lo peor de cada persona
El miedo y la falta de control pueden provocar actitudes egoístas
El coronavirus nos deja cada día gestos de solidaridad ciudadana, con cientos de voluntarios dispuestos a ayudar a quienes más lo necesitan y con historias de esfuerzo y superación. Muchas veces están protagonizadas por los trabajadores que están al pie del cañón, siendo unos de los grandes afectados por esta crisis sanitaria.
Lamentablemente y aunque estas actitudes representan a la mayoría de la población, también hay que destacar cómo en momentos de tensión y dificultad también sale a la luz el egoísmo de muchos ciudadanos.
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Solo hace unos días, Miriam, una trabajadora de un supermercado de Murcia, denunciaba la 'sugerencia' que sus vecinos le habían dejado a través de una nota por debajo de su puerta, en la que le pedían que "por el bien de todos" se buscase otra vivienda.
A través de las redes sociales, la trabajadora compartió la nota que escribió para responder ante la falta de empatía de sus vecinos: "En vez de tanto aplauso a las 20h tened un poco más de empatía con las personas que tenemos que trabajar y tenemos familia".
Su historia se hizo viral al instante, y miles de usuarios mostraron su solidaridad con la mujer, alabando también su valiente respuesta. Por desgracia, esta no ha sido la única vez que un trabajador ha denunciado los mensajes anónimos de vecinos pidiendo que abandonen el edificio.
"Es hora de que empieces a cuidar a tus vecinos"
Otro desagradable ejemplo es el que ha denunciado un médico del hospital de Alcázar de San Juan, en Ciudad Real, cuyos vecinos 'agradecieron' su labor pero le pidieron que se vaya al hotel puesto a disposición de los sanitarios de la zona, ya que "debes pensar también en tus vecinos. Aquí hay niños y ancianos".
Pero esto no solo ocurre en España. Rodrigo, un miembro de a Cruz Roja de Cuba, recibió la petición de sus vecinos con un mensaje claro: "No vuelvas más", asegurando que sabían dónde trabajaba y que el estado le podría proporcionar un lugar donde quedarse para no acudir más al edificio.
Los ciudadanos "actúan por miedo" ante una situación extrema
Para Iratxe Sanabria, doctora en Sociología y especialista en Investigación Social, estos actos egoístas de los ciudadanos se basan, principalmente, en el miedo ante una situación nueva que no pueden controlar: "Actúan por miedo. Vivir una situación excepcional como esta crisis sanitaria genera mucha incertidumbre".
Cuando hay un problema grave, aunque los seres humanos somos cooperativos por naturaleza, pueden desarrollarse impulsos egoístas e irracionales que solo buscan el bienestar propio por encima del colectivo: "Depende de nuestra escala de valores. En una situación extrema las personas suelen mostrar lo mejor y lo peor de sí mismas".
Aunque para explicar el por qué de estas conductas habría que centrarse en los motivos personales individuales, normalmente "suelen deberse a una mala gestión de las emociones", que se acompañan de una "frustración al no poder hacer nada para mejorar la situación".
Tratar de mantener la calma y tener cuidado con la desinformación
Para luchar contra ese miedo que puede sacar nuestra peor cara, Iratxe recomienda intentan mantener la calma y tratar de frenar la incertidumbre. Para ello, hace hincapié en la importancia de consultar la información en fuentes oficiales, ya que "la desinformación genera un miedo aún mayor" que puede derivar en actos irracionales.
La sensación de falta de control y de desconocimiento suelen llevar a poner el foco en la parte más negativa de lo que está sucediendo, y no ver más allá. Por ello, podemos "desarrollar actitudes egoístas que en otro momento de nuestra vida no se nos ocurriría cometer".
El confinamiento no afecta a todas las personas por igual
Un estudio de la Universidad de Zaragoza ha demostrado que los jóvenes menores de 25 años forman uno de los grupos más vulnerables a los efectos psicosociales negativos del confinamiento, ya que desarrollan una mayor irritabilidad y apatía.
Para terminar, respecto a cómo afecta el confinamiento a la población, la socióloga afirma: "El coronavirus nos puede afectar a todos por igual, pero no todos disponemos de los mismos recursos para superarlo". Así, la gestión tampoco puede ser la misma: "no es lo mismo tener que estar encerrada en un piso de 60 metros cuadrados con tus 5 familiares que en una casa de 220 m(2)".