Como cada año, decenas de personas han hecho cola para visitar al Cristo de Medinaceli, en Madrid. Aún así,el coronavirus ha marcado este año las visitas: la cifra a primera hora de la mañana es mucho menor que otros años, donde las colas para visitar al cristo superaban las siete horas de espera.
Además, en esta ocasión será diferente ya que para prevenir contagios, no se podrá besar la imagen. A pesar de esta medida, hay fieles que no se han desanimado y han decidido ir a verle, aunque tengan que mandarle un beso desde la distancia.