La pandemia por coronavirus ya está afectando gravemente la economía mundial. Los pronósticos apuntan a una caída histórica, superior incluso a la crisis de 2008 tras la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers. La incertidumbre sobre la bolsa española se sitúa en el máximo de 200 puntos, según el IESE. España reclama a la Unión Europea un plan Marshall para impulsar la recuperación económica después de la pandemia, a lo que Ursula von der Leyen ha respondido que el supuesto plan estará incluido en los nuevos presupuestos que se están preparando para 2021-2027.
La Comisión Europea, para ayudar a los países miembros, por el momento -ya que puede incluir un porcentaje de ayuda económica a cada país en los nuevos presupuestos-, espera aprobar el plan SURE, un fondo de 100 000 millones para evitar despidos masivos. Estados Unidos también se lleva un duro golpe: las peticiones semanales de subsidio por desempleo registraron la semana pasada el mayor incremento de toda la serie histórica: 6,6 millones.
La conservadora alemana Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha indicado en una rueda de prensa telemática en Bruselas este jueves que, a su juicio, el marco financiero plurianual (MFF) es la "herramienta más fuerte" que tiene la UE. "Creo que el nuevo MFF debe ser una señal muy sólida de inversiones y creo que es la mejor expresión de la solidaridad y la responsabilidad de los Estados miembros", ha expresado.
"Muchos piden ahora algo denominado 'plan Marshall'. Pienso que el presupuesto europeo debe ser ese 'plan Marshal' que diseñemos juntos como UE para la sociedad europea", ha remarcado la jefa del Ejecutivo comunitario. Von der Leyen, en esta línea, ha insistido en que el futuro borrador presupuestario seguirá basándose en la mismas prioridades "estratégicas" para el futuro, es decir, la descarbonización de la economía europea y la transformación digital.
Desde el estado de alarma, 900.000 ocupados menos. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo se ha disparado en 302.365 desempleados en marzo (+9,3%), su mayor repunte en cualquier mes de toda la serie histórica, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social publicados este jueves.
Así, al finalizar marzo el volumen total de parados alcanzó los 3.548.312 de desempleados, la cifra más alta del registro desde abril de 2017. El dato de paro de marzo no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, ya que la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados.
Las peticiones semanales de subsidio por desempleo registraron la semana pasada el mayor incremento de toda la serie histórica, con un aumento de más de tres millones de solicitudes respecto de la cifra contabilizada en los siete días anteriores, hasta alcanzar un récord de 6,65 millones de demandantes de ayuda, según los datos del Departamento de Trabajo de Estados Unidos. El anterior récord en las solicitudes se había registrado justo la semana anterior (3,3 millones de peticiones).
Todos los Estados informaron de un aumento de las peticiones de subsidio por desempleo en la última semana, con California a la cabeza, con 878.727 solicitudes, por delante de Pensilvania (405.880) y Nueva York (366.403)."El Covid-19 sigue afectando al número de peticiones. Los Estados siguieron identificando incrementos relacionados de forma generalizada con el sector servicios, liderados por la hostelería y los servicios de comidas", ha explicado el Departamento de Trabajo.
Se han visto especialmente afectados el sector manufacturero, sanitario y de asistencia social, además del comercio minorista, mayorista y la construcción. Por otro lado, el número de parados receptores del subsidio de desempleo en la semana que finalizó el pasado 21 de marzo experimentó un abultado incremento, hasta situarse en los 3,029 millones de beneficiarios, la cifra más elevada registrada por el Departamento de Trabajo desde julio de 2013.
"Nunca pensé que vería semejante impresión en mi vida como economista", dijo Thomas Costerg, de Pictet Wealth Management. Es probable que las reclamaciones se mantengan elevadas a medida que más estados anuncien órdenes de quedarse en casa, y sería "no impensable" ver una tasa de desempleo del 20%, más del doble del máximo que siguió a la última recesión, señaló.
El índice de incertidumbre económica del IESE aumentó 99 puntos en el mes de marzo, situándose en el máximo posible nivel de 200 puntos, dentro de una escala de 0 a 200, por lo que aumentó a su máximo histórico, con una cota que no se había alcanzado tras la quiebra de Lehman Brothers en 2008.
El máximo histórico de incertidumbre económica, derivado de la crisis sanitaria y el impacto social y económico del Covid-19, supera al registrado en la crisis de 2008 tras la quiebra de Lehman Brothers, ya que entonces marcó un máximo de 189 puntos. Por componentes, la incertidumbre sobre la bolsa española ha subido 66 puntos, hasta situarse en el máximo de 200 puntos, mientras que la incertidumbre sobre el mercado de divisas apenas ha subido 75 puntos, hasta los 149 puntos.
Asimismo, la incertidumbre sobre el petróleo ha aumentado en 85 puntos, hasta los 200 también, mientras que la incertidumbre sobre la deuda española ha aumentado 132 puntos, alcanzando también el nivel máximo. El profesor del IESE y responsable del índice, Miguel Ángel Ariño, la incertidumbre actual es de tal calibre que "difícilmente se moderará en los próximos meses", puesto que "cuando se supere la crisis sanitaria se mantendrán sus efectos en la economía española y mundial".
La Comisión Europea ha presentado este jueves su propuesta para crear un fondo de desempleo común de 100.000 millones de euros para evitar despidos masivos en países duramente golpeados por la pandemia de Covid-19, como España e Italia, a través de préstamos con "condiciones favorables". Von der Leyen ha presentado la propuesta legislativa, que tendrá carácter temporal y que pasará ahora a la mesa de los ministros de Finanzas de la UE en su reunión del próximo martes. La alemana ha confiado en que sea aprobada con rapidez.
El instrumento SURE -como le ha llamado Bruselas- "puede mitigar los efectos de la recesión" y "mantener a los empleados en sus puestos de trabajo". La idea es reforzar los esquemas nacionales con la idea de evitar despidos y que los trabajadores puedan volver a trabajar una vez superada la emergencia sanitaria y levantadas las medidas de confinamiento.
En el caso de España, el Gobierno podrá hacer uso de este nuevo instrumento para financiar las medidas anunciadas contra la pandemia en materia de ERTE y ayudas a autónomos, de forma que se minimicen los despidos y se garantice que la actividad económica puede reanudarse con solidez.
"Muchas compañías no tienen ingresos y si no hacemos nada tienen que despedir a sus trabajadores. Esto tendría consecuencias cuando el motor económico funcione de nuevo, (las empresas) no tendrán la fuerza laboral que necesitan y limitaría nuestra recuperación", ha explicado Von der Leyen.
El fondo, una vez aprobado, tendrá una potencia de fuego de 100.000 millones de euros y se canalizará a través de préstamos a los Estados miembros que lo soliciten. Para construirlo, la Comisión podrá emitir deuda en los mercados, pero antes todos los países tendrán que ofrecer garantías que equivalgan como mínimo a 25.000 millones de euros.
El esquema SURE servirá de "complemento" para los sistemas nacionales de desempleo. Los Estados miembros que necesiten acceso a sus fondos tendrán que solicitarlo y demostrar que han registrado desde el pasado 1 de febrero un incremento "repentino e intenso" del gasto público como consecuencia de sus medidas para mitigar el impacto económico y social del coronavirus.
La Comisión Europea evaluará su petición y determinará cuestiones como el tamaño del préstamo, los plazos de vencimiento -que serán "relativamente largos-, el tipo de interés aplicable y el número de tramos en los que se desembolsará. La aprobación definitiva del préstamo vendrá por parte de los Estados miembros.
En todo caso, el borrador prevé un techo para que pueda ser accesible por parte de todos los socios comunitarios y el fondo no sea monopolizado por los países más afectados. En concreto, establece que los tres países que más fondos reciban no podrán aglutinar más de 60.000 millones de euros.
Este fondo, en cualquier caso, será "temporal" y su duración estará limitada al tiempo necesario para atajar las consecuencias de la pandemia. Bruselas estaba trabajando en la creación de un sistema de reaseguro de paro europeo, que por ejemplo reclama España desde hace tiempo y ha aclarado que la propuesta de este jueves no significa que no se siga avanzando en este mecanismo permanente.