¿Qué sucederá cuando la gravísima emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus se rebaje en España? Es una pregunta que hoy, más allá de las dramáticas cifras, se plantean muchos desde el deseo de que la curva de contagio verdaderamente se aplaque y poco a poco termine una pesadilla ante la cual, sin embargo, todavía no se puede bajar lo más mínimo la guardia. No obstante, desde Sanidad hoy se baraja que, cuando llegue el momento de plantearse flexibilizar de alguna manera el aislamiento se tenga que aprender a reducir la forma en que contactamos y nos relacionamos a los demás. Una forma “a la japonesa”, en palabras de Fernando Simón, en la que, además, tendremos que aprender a convivir entre mascarillas, saliendo a la calle sin desprendernos del equipo de protección personal.
“Estamos estudiando todo un conjunto de medidas y muy probablemente esta va a ser una de las que vamos a recomendar, pero no quiero anticipar nada hasta que no lo tengamos decidido y lo podamos comunicar”, ha dicho, Salvador Illa, ministro de Sanidad.
El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, por su parte, se ha mostrado positivo al respecto de los últimas datos de evolución del coronavirus en España a pesar de que, con más de 117.000 casos y casi 11.000 muertes, ya se ha superado a Italia y somos el país con más contagios registrados en Europa. “La evolución es continuista. Vamos bien. Los datos de nuevos casos están estabilizados. Desgraciadamente hemos superado el número de casos que han tenido otros países, pero lo cierto es que las tendencias que estamos observando son correctas. Y respecto a aquellas que más nos interesan ahora mismo, que son las de UCI y casos hospitalizados, desde luego se está poco a poco consiguiendo el objetivo que se pretendía, que es llegar a principios de la semana que viene sin haber saturado las capacidades de UCI en todo el territorio”, ha dicho, precisando que “es verdad que hay zonas donde ha habido un estrés muy importante, donde sigue habiendo un estrés muy importante”, pero subrayando que “las tendencias están indicando que el objetivo poco a poco se va consiguiendo”.
Más allá, Fernando Simón ha aseverado que “la transmisión, hasta ahora, está controlada”, precisando que, no obstante, se ha de tener cautela y atender a cómo evoluciona la situación. “Probablemente ese famoso número de reproducción está ahora mismo alrededor de 1 o incluso por debajo de 1, y por eso estamos viendo un descenso en el número de casos diarios, pero existe un riesgo de que si no continuamos con las medidas necesarias durante el tiempo necesario, todo ese avance que hemos tenido vaya marcha atrás”, ha dicho, antes de vislumbrar las posibles alternativas en el horizonte una vez se considere que se ha mitigado el impacto del coronavirus y se baraje la posibilidad de flexibilizar ciertas medidas en un marco de seguridad. “Es uno de los detalles que hay que valorar: valorar si se hay que mantener el mismo aislamiento o si se puede ir relajando en algunos puntos, pero son detalles muy complicados porque no son solamente los aspectos específicos de transmisión, sino también los efectos específicos de implantación”, ha indicado.
A este respecto, ha insistido en que hasta este momento lo importante, y “el punto objetivo” era “asegurar que no había transmisión para reducir al máximo el riesgo de que nuestras UCI al final de esta semana, y a principios de la semana que viene, sobre todo, pudieran estar saturadas”, pero una vez llegado ahí, llega el momento de poder “plantear varias alternativas”. Es en este punto en el que se valora si mantener la misma línea de aislamiento seguida hasta ahora o si, por el contrario, se prevé que, aunque los contactos no se reduzcan tanto sí que se reduzca la forma en que se producen dichos contactos, con el objetivo de “que esa transmisión no se pueda producir”. “Esto implicaría que aprendamos cómo funcionan normalmente otras sociedades, como puedan ser los japoneses en la transmisión, por ejemplo, de la gripe”, ha dicho, añadiendo a este respecto que los ciudadanos también tendríamos aprender en este punto a “utilizar los equipos de protección personal a medida en que estén disponibles en grandes cantidades”, en alusión a las mascarillas, que siguen siendo un objeto de debate continuo al respecto de la enorme diversidad de opiniones sobre si usarlas o no.
La OMS, por el momento, y tal como el Gobierno de España, mantiene que solo son imprescindibles para pacientes contagiados y para los sanitarios que les tratan, pero lo cierto es que en Asia las consideran un elemento fundamental para frenar el contagio, haciendo su uso obligatorio. En China, donde ya dan por controlado el brote, hoy aún sigue siendo imperativa su utilización.