El coronavirus SARS-CoV-2 sigue suponiendo todo un desafío para la comunidad científica. Todavía son muchos los aspectos que se desconocen y son infinidad de especialistas de todo el mundo los que trabajan contrarreloj para terminar de entenderlo y hallar una solución que pueda poner fin a la pandemia que se extiende por todo el planeta dejando ya más de 3 millones de casos y más de 224.000 muertes tras contagiar a 215 países, según los últimos datos oficiales de la Organización Mundial de la Salud.
En ese camino de ir conociendo al virus, son muchas las hipótesis que han surgido alrededor de cuál es su origen, con algunas voces como las del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entre otras, sugiriendo que el coronavirus habría sido creado en un laboratorio en Wuhan, la ciudad que fuese epicentro del brote en China, desde donde comenzó a extenderse. De hecho, recientemente lo ha vuelto a reiterar aun contradiciendo con ello a los servicios de Inteligencia de su propio país, que indicaron precisamente este jueves que, según sus análisis, el virus "no fue creado por el hombre o modificado genéticamente", puntualizando que cabría aclarar "si el brote comenzó por contacto con animales infectados o si fue resultado de un accidente en un laboratorio de Wuhan".
En la misma línea, ha sido la Organización Mundial de la Salud quien se ha pronunciado para dejar claro que "todas las pruebas disponibles hasta la fecha sugieren que el virus tiene un origen animal natural y no ha sido manipulado ni fabricado".
Además, en este sentido, la institución ha precisado que el salto del virus hacia los humanos no tuvo por qué producirse directamente desde un murciélago, dado que existe un contacto "limitado" con esta especie, sino que es "más probable" que hubiese otro animal "intermedio", tanto salvaje como domesticado, que hiciese las veces de transmisor.
En cualquier caso, la OMS ha recordado que hay “varias investigacions” en marcha para seguir trabajando en esclarecer exactamente el origen de virus, analizando al detalle los primeros casos en humanos y extrayendo muestras de los lugares donde pudo surgir el SARS-CoV-2.
En este sentido, la institución precisa que no está actualmente implicada en los estudios de China", aunque abre la puerta a hacerlo en un futuro. Así, "estaría dispuesta a trabajar con los socios internacionales y, por invitación del Gobierno chino, a participar en las investigaciones sobre el origen animal".