La importancia del día 8 en la infección por coronavirus: o la vences o la enfermedad puede dispararse
El octavo día, el sistema inmunitario puede responder de forma anómala y demasiado inflamatoria y agravar la salud del enfermo
“8 días, más o menos, es lo que tarda el cuerpo en adaptarse al coronavirus”, explica una microbióloga de la UCM
Empeorar al octavo día no significa que siempre se vaya a dar "una tormenta de citocinas"
Muchos pacientes y familiares de pacientes infectados por el coronavirus están esperando a que llegue el octavo día de la infección por este motivo: porque es el punto de inflexión de la enfermedad que, o bien comienza a desparecer, o bien puede dispararse porque el sistema inmunitario responde al ataque del virus como en una guerra: con toda su artillería, y esto puede inflamar gravemente el pulmón. Es una respuesta “mucho más fuerte” de la que debería darse (que no es nueva, también se registra con otros virus) y esto provoca un cuadro clínico mucho peor. Así lo explica María Molina, catedrática de la UCM:
“Se desarrolla una tormenta de citocinas”
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“En un momento determinado de la infección, hay algunas personas que desarrollan una respuesta inmunitaria exagerada, que es a lo que se llama “tormenta de citocinas”. Sus linfocitos comienzan a liberar citocinas de una manera muy exagerada y eso da una respuesta inflamatoria muy grande, que es la que da lugar a los síntomas más graves. El virus dispara la respuesta inmunitaria y, en el caso del coronavirus, afecta mucho al pulmón. En esta fase, el virus ya no es tan importante como la inflamación, y por eso se esta buscando un antiinflamatorio adecuado para afrontarla.
Parece ser que, el día 8 es cuando, o bien nuestro sistema inmunitario vence al virus y nos curamos, o desencadena esta respuesta tan exacerbada en algunos individuos. Ocho días es más o menos el tiempo que se tarda en desarrollar una respuesta adaptativa frente al virus, que es de la que depende esa tormenta de citocinas".
"No le pasa a todos los pacientes que empeoran"
"Las personas mayores - continua la microbióloga - tienen más tendencia a responder de esta manera exacerbada o determinadas personas, aunque sean jóvenes, también. Unos lo hacen y otros no y, probablemente tenga que ver con algo genético, pero no se sabe todavía muy bien por qué. Igualmente, quiero recalcar que no todo el mundo que empeora sufre una tormenta de citocinas. Se puede empeorar, pero dentro del cuadro de los mismos síntomas".
La experta también aclara que ese empeoramiento del octavo día en adelante no se produce de forma súbita - no podemos encontrarnos mayoritariamente bien y presentar un cuadro de gravedad de repente- sino que el agravamiento tiene una "evolución progresiva".