Efectos colaterales de esta crisis sanitaria. La gente tiene tanto miedo de urgencias ahora mismo por otras dolencias ajenas al COVID-19 que están empeorando su diagnóstico por esperar demasiado.
Los sanitarios vienen observando que pacientes con pequeñas dolencias, por miedo al contagio de coronavirus, evita venir a las urgencias de los hospitales. Advierten que eso precisamente es lo que no hay que hacer porque estas dolencias leves que tendrían fácil solución en algunos casos acaban agravándose y requiriendo un ingreso en la UCI que ahora mismo son las unidades con menor cantidad de camas. Por ello piden no postergar la visita al médico aunque los síntomas no están relacionados con el coronavirus.
Casos de infartos, apéndices perforados, o cólicos a los que no se da importancia eran reacios a marcar el 112 y todo por el miedo al coronavirus. “Se está acudiendo muy tarde a las urgencias de los hospitales. Sin embargo es mucho más peligroso quedarse en casa y vivir un infarto de miocardio o un ictus”, apunta Jaime Masjuan, jefe de Neurología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Menos atenciones por infartos de miocardio
Este miedo provoca que las personas no activen el llamado “Código Infarto”. “Ni llaman por teléfono a Emergencias, ni las familias los trasladan al hospital más cercano. Hasta un 40% de las personas que están sufriendo un infarto de miocardio en España prefieren aguantar el dolor intenso en el pecho antes que acudir a un hospital colapsado por pacientes con síntomas de coronavirus”, señala el Dr. Carlos Macaya, jefe de Cardiología del Hospital Clínico Universitario San Carlos de Madrid.
Un análisis llevado a cabo por la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre otras ha comparado los ingresos de la última semana de febrero, cuando la pandemia aún no se había extendido, con la tercera de marzo, una vez restringidos los movimientos de los ciudadanos. Con datos de 71 hospitales de las 17 comunidades,
la cifra de angioplastias primarias pasó de 429 a 258.Con uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo se ha pasado de acudir sin pensarlo a no querer pisar un hospital. Quienes peor lo están pasando son las personas con cáncer: a su angustia se une el miedo a la quimioterapia .Y atención a los niños, porque está llegando con fuertes crisis de diabetes y con apendicitis a límite y muchas veces no pueden ser atendidos inmediatamente.
Precisamente para evitar ese miedo a acudir al médico ser contagiado por coronavirus el centro de salud de Arcada en Pontevedra ha decidido pasar consulta en la calle. Allí ha instalado dos carpas para atender a pacientes con todo tipo de dolencias.