El coronavirus también nos destroza el cerebro, según científicos españoles
El SARS-CoV-2 tiene la capacidad de romper la barrera hematoencefálica
También provoca destrucción endotelial y leucoencefalopatía
Un estudio que han desarrollado profesionales médicos del Sescam e investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) de Albacete, sobre la afección neurológica del coronavirus ha revelado que el SARS-CoV-2 es un virus neuro-tóxico.
Según han informado en sendas notas de prensa la Consejería de Sanidad y la UCLM, en la investigación, que se ha publicado en la revista científica 'Brain' han colaborado los servicios de Neurocirugía, Neurología, Radiología, Anatomía Patológica y Anestesia del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, y se ha basado en la investigación durante 50 días de 1.683 pacientes ingresados con COVID-19.
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El estudio ha determinado que el 57 por ciento de los pacientes ingresados en los hospitales públicos de Albacete tras contagiarse de COVID-19 presentaban algún tipo de afección neurológica y apuntan algunas claves de cuál puede ser el origen de la lesión cerebral.
El jefe del Servicio de Neurología de la GAI de Albacete y profesor de la UCLM, Tomás Segura, ha explicado que "nuestros hallazgos, realizados en pacientes con infarto y hemorragia cerebral, nos han permitido comprobar que el virus tiene la capacidad de romper la barrera hematoencefálica, el mecanismo protector del cerebro que lo aísla de la toxicidad externa y mantiene su homeostasis, aquello que lo convierte en un santuario biológico.
Asimismo, los investigadores han podido comprobar en pacientes con enfermedad cerebrovascular en el contexto de infección COVID grave que tanto en la resonancia magnética como en la histopatología (se recogieron biopsias cerebrales en algunos pacientes) aparecen datos de destrucción endotelial y leucoencefalopatía.
El coronavirus tiene un especial tropismo por la célula endotelial, la que recubre todos los vasos del organismo, y los investigadores han observado que estas células endoteliales están gravemente dañadas, tanto en muestras cerebrales de pacientes que sufrieron hemorragias encefálicas, como en trombos extraídos de pacientes que sufrieron infartos cerebrales,
Es decir, que la enfermedad produce "una mezcla tremendamente lesiva desde el punto de vista cerebrovascular", porque como ha explicado el doctor Segura, el virus por un lado, debilita enormemente el endotelio y, por otro, "tiene una tendencia feroz a provocar fenómenos trombóticos ligados tanto a esta disfunción endotelial como a la tormenta citoquínica"