“Estamos usando todas nuestras conexiones especiales para ganar la batalla y hacer, probablemente, lo que está haciendo todo el mundo:conseguir existencias encargadas por otros". Son las palabras pronunciadas por un agente del Mosad, servicio de inteligencia de Israel, a la hora de ser cuestionado al respecto de la demanda de material sanitario que se está produciendo en todo el planeta como consecuencia de la pandemia del coronavirus, que deja ya más de 887.000 casos y más de 44.300 muertes en el mundo tras haber infectado a más de 200 países.
Ante la gravedad de la situación y el altísimo poder de contagio del COVID-19, lo que provoca un aluvión repentino de pacientes en los hospitales hasta el punto de colapsarlos, --como está sucediendo en distintos puntos de España, con la capital a la cabeza--, múltiples países están utilizando sus servicios de inteligencia para involucrarlos en la batalla en que se ha convertido la adquisición de material sanitario. Especialmente, respiradores artificiales, fundamentales para tratar a los pacientes con las complicaciones más graves, los cuales necesitan la respiración asistida.
Según el agente del Mosad, identificado por la inicial “Het” en el programa de investigación Uvda del Canal 12 de Israel, lagencia de espionaje en el exterior ha logrado ya fletar tres cargamentos de equipos al país, entre otros materiales con 27 ventiladores para UCI, al tiempo en que esperan la llegada de otros 160 esta misma semana.
"He supervisado muchas operaciones en mi vida y nunca he gestionado una operación tan compleja", ha asegurado, destacando que han encontrado numerosos obstáculos en el camino.
Como ejemplo menciona que un avión con material sanitario que había comprado Israel en otro país no consiguió siquiera el permiso para despegar, por lo que se perdió la adquisición, al tiempo en que relata que, en otra ocasión, varios camiones que llegaron a las puertas de una fábrica para recoger equipamiento comprado por el Mosad en un país europeo no pudieron sino comprobar que poco antes otro Estado se lo había llevado.
Dependiente de la Oficina del Primer Ministro, el Mosad ha recibido la misión de obtener en otros países equipamiento como mascarillas, guantes, test de coronavirus, medicinas y, sobre todo, los preciados ventiladores, imprescindibles para salvar centenares de vidas en la actual situación.
Ante la demanda mundial, el agente de inteligencia asegura que los precios están desorbitados. Todos los países pujan por ello y, ante la escasez, los precios se han cuatriplicado, sostiene.
En Israel los últimos datos registran más de 5.500 infectados y 21 personas fallecidas. El país cuenta con unos 1.500 ventiladores, según un informe de la comisión parlamentaria para el coronavirus.
En los próximos días, el Mosad pretende cerrar la compra de 1,5 millones de mascarillas, dos millones de guantes y material de protección y unos 180 ventiladores más. El objetivo del organismo es conseguir 7.000 respiradores artificiales.
Para las operaciones de compra, el programa de investigación, como recoge EFE, reveló que el Mosad recibe más de 2.000 pistas cada día, algunas de ellas falsas y otras donde otros países, en esa carrera por hacerse con el material sanitario, finalmente se adelantan en la adquisición.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) contactó esta semana con gobiernos de países miembros del G20 para pedirles que aumenten la producción de equipamiento médico para hacer frente a la pandemia de COVID-19, ante la escasez del material imprescindible para los sanitarios.