Existen algunos factores que propician la aparición de la temida mancha de bigote, entre otras el embarazo o los tratamientos hormonales, pero lo que realmente causa su aparición es la exposición al sol. Te contamos cómo puedes evitar su aparición, hacer que desaparezca una vez que ha salido e impedir que vuelva de nuevo.
El melasma facial es una patología y como tal, debe ser tratada por especialistas. Consiste en la aparición de manchas en la cara, generalmente en ambas mejillas, en la frente y en el bigote. Los factores que propician su aparición son la predisposición genética (generalmente personas de piel oscura), el embarazo, los anticonceptivos orales, la depilación, los problemas de tiroides o los cambios hormonales en la pubertad o la menopausia. No obstante, el desencadenante es la exposición al sol, por eso la prevención juega un papel fundamental para evitar el melasma facial.
Si perteneces a alguno de los grupos de riesgo, evitar la mancha de bigote requiere usar cada día, todos los días, en verano y en invierno, crema de protección solar con SPF 50. En verano, cuando tomes el sol, debes hacerte con una crema que sea resistente al agua, llevarla a modo de pegote y reaplicarla las veces que sea necesario. Y, por supuesto, tomarte muy en serio lo de llevar sombrero. La prevención es la única manera de impedir la aparición del melasma, aunque no vuelvas a broncearte la cara en tu vida.
Cuando la mancha en el bigote ha aparecido, no está todo perdido. Existen tratamientos que la atenúan e incluso la hacen desaparecer, pero si caes en los mismos errores, volverá de nuevo.
Lo primero que debes hacer es acudir a tu especialista para que haga un diagnóstico y te recomiende el tratamiento a seguir.
Puede ser un cosmético despigmentante que actúan bloqueando la síntesis de melanina como el ácido fítico, el ácido azelaico, el ácido kójico, la hidroquinona o el ácido tranexámico. Otra posibilidad es que te recomiende un exfoliante con ácido retinoico, vitamina A, o ácido salicílico. Si la mancha es persistente, también te puede proponer un tratamiento de cabina como la IPL (luz pulsada intensa) o el láser ablativo fraccionado pixel, pero ninguno de ellos será efectivo 100% si no se corrigen los hábitos que dieron origen a la mancha.
Ayúdate con la alimentación
Los niveles bajos de vitamina B9 (ácido fólico) pueden conducir a la aparición de melasma, por eso es recomendable introducir en la dieta ciertos alimentos como cítricos, frutos secos, verduras de hoja verde y cereales integrales. Por otra parte, se recomienda el consumo de alimentos que contengan antioxidantes porque ayudan a reparar el daño solar en la piel: vitamina C (cítricos y kiwi), vitamina E (espinacas y frutos secos), betacarotenos (naranja, calabaza, zanahoria, brócoli), luteína (vegetales de hoja verde), licopeno (tomate, sandía), selenio (pescado, legumbres, frutos secos) y vitamina A (leche y huevos).