Quienes tienen clarísimo lo importante que es utilizar cremas de protección solar y las usan a diario, conocen la parte negativa de este tipo de cosmético y es que dejan la cara blanca y demacrada. Para tapar el color blanquecino, es necesario usar encima una base de maquillaje y el resultado es de una pringue extrema que te quita las ganas de salir a la calle. La solución está en los protectores solares con color. Pruébalos, te vas a enganchar a ellos.
Protección solar a diario
Si utilizas crema de protección solar a diario (verano e invierno) en la cara y el escote, proteges tu piel de los radicales libres y del consiguiente envejecimiento prematuro, ya que el sol provoca manchas, arrugas, pérdida de colágeno y elastina. La parte negativa es que este tipo de cremas suele dejar restos en la cara, la piel muy pálida y un aspecto fantasmal que no favorece en absoluto. Otra pega es, si habitualmente te maquillas, que en el momento de reaplicarla lo tienes muy complicado: o te apuntas a las aguas solares con protección o a ver qué haces, por no hablar de la pereza que da ponerse tantas capas en la piel.
Razones para usar el protector con color
Otra de las opciones es hacerte con un protector solar con color que te sirva, además, de fondo de maquillaje. No sólo estás aplicando el filtro solar que necesitas, sino que al mismo tiempo aportas a la piel un tono bronceado de lo más natural. Según el formato elegido tendrá una textura más o menos fluida, pero en general estos fotoprotectores ayudan a disimular las imperfecciones, pero no las tapan.
Elige el formato que más te guste
Lo mejor es que los fotoprotectores solares con color no sólo han llegado en formato crema, sino que hay opciones tan interesantes como el cushion, las BB creams, las Cc cream, los polvos o el stick y cuentan con diferentes tonos para que elijas en función de tu color natural.
El formato cushion (parece una polvera con una esponjita porosa que sirve para impregnar el producto y aplicarlo en la piel) tiene una textura que se funde perfectamente con la piel y un acabado mate y sin brillos que puedes reaplicar las veces que sea necesario, porque es tan cómodo que lo puedes llevar a todas partes.
La BB cream, además de incluir protección solar, ayuda a lucir una piel radiante al contar con ingredientes que hidratan, nutren, aportan luminosidad y revitalizan las pieles apagadas, además de atenuar las manchas y las primeras arrugas.
Por su parte una CC cream está pensada para pieles algo más maduras (a partir de los 30 años) porque, además de corregir el tono e hidratar la piel, actúa como serum, crema de día, corrector y crema antiedad.
Los polvos sueltos y polvos compactos son otra de las nuevas incorporaciones, son aptos para todo tipo de pieles y especialmente recomendables para las pieles grasas y no hay que tener miedo a dejar la piel desprotegida porque a pesar de ser polvos, resisten al agua y al sudor.
El stick es, junto con el cushion, uno de los formatos más cómodos para llevar a todas partes. Entre sus virtudes destacan su comodidad a la hora de aplicarlo y que, igual que los polvos, ser resistente al agua y al sudor.
Y no acaba aquí la cosa, si te gusta maquillarte a tu manera, con tus correctores, tu base, tus polvos y demás, tienes la opción de usar un sellador de maquillaje con protección solar, que da un acabado mate, reduce los poros y afina las líneas de expresión y las arrugas mientras te protege de los rayos ultravioleta.